CAPITAL
Actualizado 08/12/2025 14:37:08
Encarna Muñoz

Begoña Garrido es una artesana de Soria que elabora auténticas obras de arte 'Punto a punto'. Conversa con Soria Noticias y habla de lo humano y de lo divino. De su trabajo y quebraderos de cabeza, del sector en Soria y el futuro.


En un rincón del mercado artesano 'Mano a mano', entre colores y texturas, las creaciones de Begoña Garrido capturan la mirada de los curiosos. Bajo la marca 'Punto a punto', esta artesana soriana da vida a los amigurumis, muñecos tejidos a ganchillo que son mucho más que un simple objeto. Para ella, cada puntada es una forma de evasión, "una terapia contra el estrés" que ha transformado sus ratos libres en un taller de sueños de lana.

Todo comenzó hace una década casi por casualidad. "Yo no sabía hacer ganchillo, pero me llamaba mucho la atención", ha explicado la artesana. Movida por esa curiosidad, se apuntó a un curso en Soria y pronto le cogió el truco. Desde entonces, el ganchillo se ha convertido en su compañero inseparable, una afición que compagina con su trabajo principal
Este es el tercer año que Begoña participa en esta feria. Aquí no solo vende, sino que también muestra su trabajo y recoge encargos, que constituyen el grueso de su actividad artesanal.

El tiempo y el valor de cada puntada

El universo de 'Punto a punto' abarca desde pequeñas piezas hasta creaciones de gran complejidad. Un llavero, lo más sencillo de su catálogo, le puede llevar aproximadamente una hora de trabajo. Sin embargo, otras figuras, como una detallada bruja que exhibe en su puesto, requieren "días y días" de paciente elaboración.

Este factor tiempo es crucial a la hora de entender el valor de la artesanía, un aspecto que no siempre es comprendido por el público. Begoña Garrido ha abordado con sinceridad el reto de poner precio a sus obras. La reflexión que comparte es la de muchos artesanos: "Si pusieras el precio real, creo que no venderíamos nada". Por ello, debe buscar un equilibrio para que sus creaciones sean "vendibles", aunque eso signifique que las horas invertidas no estén completamente remuneradas.

A este dilema se suma el contexto económico actual. Las materias primas, en su caso la lana, también han sufrido un notable encarecimiento.

Un escaparate para el trabajo hecho a mano

A pesar de las dificultades, las ferias siguen siendo un espacio vital para los artesanos. Para Begoña, son mucho más que un punto de venta. "Son un escaparate y luego recibo encargos", ha señalado. Su modelo de negocio se apoya en estos eventos puntuales —participa en esta y otra de verano— y en el boca a boca, que le trae la mayoría de los trabajos personalizados.

Aunque tiene presencia en Instagram, reconoce que no le dedica un esfuerzo intensivo. Su filosofía es clara: "De momento es algo que hago por gusto". Este enfoque le permite mantener el control, avanzar "poco a poco y tranquilamente" y, como ella misma dice, "seguir durmiendo por las noches".

El futuro del sector artesano en Soria

Mirando hacia el futuro, Begoña Garrido se ha mostrado esperanzada con los movimientos que se están produciendo en el sector artesano local. Ha confirmado que está al tanto de la creación de una asociación de artesanos de Soria y, aunque todavía está en proceso de constitución, su intención es apostar "por ella".

Una de las iniciativas más prometedoras para este colectivo es la posibilidad de contar con un espacio permanente en el mercado municipal. A Begoña, la idea le parece "fenomenal". Visualiza este lugar no solo como un punto de venta, sino como un centro de actividad donde "poder dar o recibir cursos".

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