PROVINCIA
Actualizado 19/12/2025 13:17:52

La Unidad de Carreteras presenta su balance anual con la finalización de las obras de emergencia en San Esteban y Piqueras. El Ministerio activa nuevas inversiones millonarias para mejorar la A-11 en El Burgo de Osma y construir una glorieta en Cabrejas del Pinar.

La Comisión de Asistencia al Subdelegado del Gobierno en Soria, celebrada el pasado viernes, ha servido para poner sobre la mesa el balance anual de la Unidad de Carreteras del Estado, un encuentro donde se han analizado tanto las intervenciones de emergencia ya concluidas como la hoja de ruta que marcará la agenda de infraestructuras en la provincia durante los próximos meses. Durante la reunión, el subdelegado del Gobierno, Miguel Latorre, ha querido poner en valor el trabajo de este departamento, calificándolo como un servicio público esencial que garantiza no solo la seguridad vial, sino la conectividad de un territorio que depende vitalmente de sus comunicaciones terrestres.

En este sentido, Latorre ha significado la capacidad de respuesta del organismo ante incidencias graves, así como su planificación sostenida en la mejora de firmes y travesías. El informe presentado recoge como línea fundamental las labores ordinarias de conservación y explotación, esas tareas a veces invisibles pero cruciales que incluyen la vialidad invernal, la reparación de baches o la limpieza de drenajes, permitiendo mantener la red en condiciones de servicio durante todo el año. Sin embargo, el año 2025 ha estado marcado por la resolución de varias emergencias que ponían en jaque la circulación en puntos sensibles de la geografía soriana.

Entre las actuaciones más relevantes ya finalizadas y recepcionadas, destaca la intervención en el puente de piedra de San Esteban de Gormaz. La estructura, vital para la localidad ribereña, sufrió el colapso del tajamar número 10, una situación que obligó a actuar con celeridad y que permitió su reapertura al tráfico en menos de dos meses. Asimismo, se ha dado por solventada la emergencia de taludes en la N-2 y el colapso de una obra de drenaje transversal en la N-111a, en el puerto de Piqueras, trabajos que ya han sido recibidos y que reflejan la capacidad operativa para restablecer la normalidad en plazos reducidos.

Mirando hacia el futuro inmediato, el foco de las inversiones se traslada ahora hacia la comarca de la Ribera y la zona de Pinares. En el entorno de El Burgo de Osma, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible impulsa dos actuaciones de calado para reforzar la seguridad en corredores clave. Por un lado, se ha adjudicado a la empresa Construcciones y Obras Llorente (COLLOSA) la rehabilitación del firme de la A-11 en la variante de la localidad burgense. Se trata de una inversión de 2.556.953 euros para renovar el pavimento en un tramo de 9,4 kilómetros, una obra que cuenta con un plazo de ejecución de 28 meses y que busca elevar el confort de la conducción corrigiendo los deterioros más relevantes.

De igual modo, y también en tierras burgenses, se ha formalizado un contrato con Ecoasfalt por valor de casi 550.000 euros para rehabilitar diez kilómetros de la N-122. Los trabajos, que se extenderán durante 18 meses, prevén renovar el firme y mejorar la evacuación de agua, además de reponer la señalización horizontal para reforzar la visibilidad nocturna, siendo esta una vía que soporta una importante carga de tráfico.

Otra de las intervenciones más esperadas se localiza en Cabrejas del Pinar, donde el Gobierno ha licitado por 1,3 millones de euros la mejora del enlace de la N-234 en el kilómetro 385. Este punto, que da acceso tanto a la localidad como al polígono industrial La Nava, soporta un tráfico cercano a los 3.000 vehículos diarios con una fuerte presencia de transporte pesado. La actuación sustituirá la actual intersección por una glorieta partida con carriles de cambio de velocidad, un diseño que se coordinará con las futuras vías de servicio del polígono para ordenar los accesos y aumentar la seguridad vial.

Finalmente, el balance de la Unidad de Carreteras ha repasado la situación de las travesías en la capital soriana, inmersas en un proceso de humanización e integración urbana. Las obras en la avenida de Valladolid (N-234) y en la N-111, en los tramos de Eduardo Saavedra y la carretera de Madrid, figuran ya como finalizadas y recepcionadas. Por su parte, la intervención en el puente de piedra de Soria también ha concluido, habiéndose realizado la recepción de la obra esta misma semana, mientras que los remates pendientes en la carretera de Logroño se prevén recibir en las próximas fechas.

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