El balance sanitario del año refleja una disminución de medio centenar de pacientes pendientes de una intervención respecto al ejercicio anterior. La actividad en Atención Primaria mantiene sus cifras habituales, mientras que la presión asistencial en el hospital experimenta un ligero repunte.
Los indicadores asistenciales de la sanidad en la provincia muestran un comportamiento estable al finalizar el año, con variaciones significativas en áreas concretas de la gestión hospitalaria. Así se desprende del análisis realizado hoy martes por la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria (GASSO), donde han sido expuests los principales indicadores con las previsiones de cierre de 2025.
El estudio de los niveles de Atención Primaria y Hospitalaria muestra que, en términos generales, la demanda de los sorianos y la respuesta del sistema se han mantenido en parámetros similares a los de 2024, aunque con un incremento notable en el uso de los servicios de urgencia.
En lo referente a la Atención Hospitalaria, 2025 cierra con un volumen de ingresos muy parecido al registrado durante el pasado ejercicio. La ocupación de camas ha mantenido el patrón habitual marcado por la estacionalidad, registrando los mayores picos de presión asistencial durante los meses de enero y diciembre, coincidiendo con la incidencia de virus respiratorios.
El dato más destacado en este nivel asistencial es el aumento de la demanda más apremiante. Las previsiones de la GASSO apuntan a que el número de urgencias hospitalarias superará las 35.200 atenciones al finalizar este año. Esta cifra supone un incremento cercano al 3 % respecto a los registros de 2024, lo que evidencia una mayor afluencia de pacientes al servicio de puertas del Complejo Asistencial de Soria.
Por otro lado, tanto el funcionamiento de las consultas externas como la actividad quirúrgica global se han mantenido estables, repitiendo los esquemas de trabajo y volumen de pacientes del año anterior.
Uno de los indicadores más positivos del balance anual es la reducción de los tiempos y pacientes pendientes de operación. La estadística al cierre de ejercicio indican un nuevo descenso de la lista de espera quirúrgica, que en el cómputo anual se traducirá en torno a medio centenar de pacientes menos aguardando una intervención. Esta reducción representa una bajada del 6 % en comparación con las cifras de 2024.
En cuanto al resto de demoras, la situación muestra estabilidad. La lista de espera para primeras consultas con el especialista se mantiene en términos similares, una tendencia que también se repite en el número de pacientes y tiempos de espera para la realización de pruebas diagnósticas.
El área de diagnóstico por imagen ha experimentado un aumento importante de actividad en la realización de TAC (Tomografía Axial Computarizada). Por su parte, otras pruebas como las ecografías, resonancias magnéticas y mamografías han mantenido su ritmo habitual de programación. En el ámbito del laboratorio, se han registrado ligeros crecimientos en las pruebas de Bioquímica, Hematología y Microbiología.
Finalmente, la Atención Primaria, puerta de entrada al sistema regional de salud, no ha presentado grandes variaciones. Se mantiene la actividad en las tres principales áreas de análisis: consultas médicas, de enfermería y de pediatría. Esta estabilidad se traslada también a la atención continuada (urgencias de centros de salud), donde los registros son similares a los de 2024, tanto en los consultorios del medio rural como en los centros urbanos.