El exconcursante de Tele5 ha reconocido que las primeras semanas fueron muy duras a nivel mental, “ya que se hacían bastante pesados los días y que echaba de menos a mi familia y amigos”. Al ser preguntado por su polémica con las ovejas, señala que no fue consciente de todo lo que se desató fuera “por una frase sacada de contexto”.
Raúl Martínez, primer y posiblemente último concursante soriano de Gran Hermano, ha vuelto esta semana a la realidad tras varios meses de participación en el ‘reality’ de Tele5. Después de unos primeros días “aturullado” al tener que responder los cientos de mensajes que le llegaron, regresó a Soria el pasado domingo para reencontrarse con sus seres queridos.
Aunque todavía no ha salido mucho de casa y no ha podido comprobar el sentir de la gente después de su paso por Guadalix de la Sierra, este reconoce que ha sentido el cariño de los sorianos “por lo que me han dicho mis amigos”. No obstante, mañana será consciente de todo ello, una vez reabra sus negocios.
Raúl Martínez empezó su andadura en el programa de Mediaset el pasado 6 de noviembre. A pesar de que los inicios no fueron nada fáciles, el soriano logró ganarse el cariño de los compañeros y del público con el paso de las semanas. Uno de sus mayores hándicaps al inicio del concurso fue la polémica que se generó por una frase “sacada de contexto” en la que se interpretó que mataba a ovejas con petardos cuando era joven: “No me enteré de nada de lo que se comentó fuera. Me quería referir a que era un trasto de pequeño, pero no elegí la palabra adecuada. ¡Cómo voy a matar ovejas!”.
Tras salvarse de ser expulsado al haber sido nominado y quitarse de encima la presión de ser el primero en salir, este fue ganando enteros a todos los niveles, incluido el mental. “Al principio se me hizo muy pesado porque no tenía ninguna distracción y echaba mucho de menos a mi novia, a mi familia y a mis amigos”, reconoce.
Superando todos estos obstáculos, alcanzó una final en la que finalizó en cuarta posición. Aunque tenía muchas esperanzas de proclamarse campeón de esta edición, salió muy contento de su participación: “Para mi entrar ya fue un premio. Estoy muy orgulloso de cómo ha ido todo”.
Sin duda uno de los momentos que jamás olvidará de su paso por GH fue el vídeo de apoyo de sus amigos en la final. Pese a que “sabía que iban a hacer algo”, la emoción le embriagó al ver un tesoro “que guardaré siempre”. Precisamente, su círculo cercano ha sido esencial para continuar en el programa, moviéndose continuamente durante estos dos meses al mandar numerosos comunicados a los medios, pidiendo el apoyo de los sorianos: “No esperaba semejante apoyo. Fue una alegría de la hostia”.
Por todo ello, no duda en agradecer a Soria su empuje: “Aunque seamos pocos, damos más guerra que el resto. Por algo somos la gloria de España”.
Raúl Martínez ha sido partícipe de la edición más corta de un concurso que ha ido perdiendo fuelle con el paso de los años. La enorme bajada de audiencias provocó que Gran Hermano terminará su vigésima edición antes de lo previsto: “Me lo olía desde el momento en que echaron a cinco en una semana. Nos comentaron que no era culpa nuestra”.
El soriano achaca esta bajada al tardío comienzo del programa, retrasándose hasta noviembre, y a la irrupción de las plataformas digitales. Con todo ello, Martínez tiene muchas papeletas de ser el primer y último representante de la provincia en un ‘reality’ que puede pasar a la historia: “Tenía claro que quería poner a Soria en el mapa. Estoy muy orgulloso de donde vengo y siempre voy a llevar la bandera soriana allá donde vaya”.