Las instalaciones ubicadas en Los Pajaritos presentan su balance anual destacando avances en la investigación de alergias y la consolidación de proyectos micológicos internacionales. La institución refuerza su alianza con la UVa y anuncia la creación de un laboratorio de cultivos celulares para enero.
El Centro para la Calidad de los Alimentos (CCA) de Soria, dependiente del INIA-CSIC, cierra el año 2025 consolidando su papel como motor de investigación aplicada en la provincia. Durante la reciente Comisión de Asistencia al Subdelegado del Gobierno, se ha analizado un informe de actividad que ratifica la doble vertiente de la institución: por un lado, la búsqueda de una alimentación más saludable y segura, y por otro, la puesta en valor de los recursos endógenos del territorio, con la trufa y la micología como grandes protagonistas.
En el transcurso de la reunión, el subdelegado del Gobierno ha querido destacar la función del centro como un puente necesario entre la alta investigación y la realidad del tejido productivo soriano. Una conexión que se hacía palpable recientemente con la celebración en la capital del II Foro de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, un evento que lograba reunir a más de 110 investigadores de toda España, acercando a la ciudadanía los debates sobre la innovación en el sector.
Dentro de las líneas estratégicas desgranadas por la científica titular y responsable del centro, Eva Guillamón, cobra especial relevancia el trabajo desarrollado a través de la Unidad Asociada con la Universidad de Valladolid (UVa), denominada 'Agrolab de Alimentos Saludables'. Esta alianza ha permitido presentar proyectos competitivos a nivel estatal, centrados en el desarrollo de alimentos enriquecidos específicamente diseñados para mejorar la salud de las personas mayores, un segmento poblacional clave en la demografía actual.
En el ámbito de la seguridad alimentaria, el centro mantiene una lucha constante contra las reacciones adversas. El informe recoge los avances en la identificación de biomarcadores para controlar el riesgo alergénico en productos como el cacahuete, la avellana o el altramuz. Asimismo, los investigadores sorianos participan en un proyecto internacional con México para estudiar cómo la tecnología de Descompresión Instantánea Controlada (DIC) puede modificar la estructura de las proteínas y reducir su capacidad para provocar alergias, abriendo la puerta a futuros alimentos hipoalergénicos.
La segunda gran pata sobre la que se asienta la actividad del CCA es la micología aplicada. El año 2025 ha servido para vertebrar consorcios europeos y consolidar redes internacionales a través del European Mycological Institute (EMI). La presencia de Soria en foros como el Trufforum de Nueva York o la coordinación de 'Living Labs' como Mycotour evidencian la proyección exterior de un trabajo que busca generar valor económico en el medio rural a partir de los hongos silvestres.
Más allá de la investigación pura, el centro no descuida su vocación de servicio al sector primario. Durante este ejercicio se han ejecutado trabajos analíticos para el ITACYL en materia de alimentación animal y se ha mantenido el apoyo tecnológico a diversas empresas agroalimentarias. De igual modo, la formación de talento joven sigue siendo una prioridad, como demuestra la dirección de planes de formación financiados por el CSIC y la tutela de trabajos de fin de grado sobre temas tan diversos como la celiaquía o la truficultura.
De cara al futuro inmediato, Guillamón ha avanzado que el próximo mes de enero personal de la UVa realizará una estancia en las instalaciones sorianas. El objetivo es poner a punto un nuevo laboratorio de cultivos celulares, una herramienta avanzada que permitirá estudiar in vitro la respuesta de las células a determinados compuestos, elevando así las capacidades tecnológicas de un centro que sigue mirando al futuro desde Soria.