La Comisión de Urbanismo aprueba la modificación del PGOU para reordenar esta calzada. La intervención implica el retranqueo de un edificio para eliminar un giro peligroso y mejorar la visibilidad del Seminario.
El Boletín Oficial de Castilla y León muestra hoy martes el acuerdo adoptado por la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de Soria mediante el cual se da luz verde definitiva a la modificación puntual número 19 del Plan General de Ordenación Urbana de El Burgo de Osma. Esta alteración del planeamiento, promovida por el Ayuntamiento, tiene como objetivo la reordenación de un punto conflictivo para el tránsito rodado situado en la calle Rodrigo Yusto, concretamente a la altura del número 26, en una zona sensible en las inmediaciones del Seminario Diocesano Santo Domingo de Guzmán.
La intervención se centra en una parcela de 117 metros cuadrados que alberga una edificación que data de 1929, la cual presenta actualmente un estado de conservación deficiente. La modificación aprobada plantea un cambio en la alineación oficial de este inmueble, lo que supondrá en la práctica que la propiedad cederá aproximadamente 27 metros cuadrados al sistema viario público. Esta operación servirá para optimizar la movilidad de la zona, toda vez que la configuración actual de la calle obliga a los vehículos a realizar un doble giro muy pronunciado precisamente en la esquina de una de las dos capillas del Seminario, una maniobra que dificulta el tráfico, especialmente para vehículos de cierto tamaño, y que ha sido identificada como un riesgo para la seguridad vial.
Según se desprende de la documentación técnica que acompaña al acuerdo, la calle Rodrigo Yusto, aunque ya no forma parte de la travesía de la carretera SO-160 al haberse desviado el tráfico pesado por el exterior, sigue funcionando como uno de los ejes de la circulación en la localidad. La solución evitará la instalación de semáforos, una alternativa que se había barajado pero menos eficiente al restar fluidez al tránsito. Con el nuevo trazado, se conseguirá un único giro con un ángulo más abierto y mayor visibilidad, permitiendo además la ampliación de las aceras y la creación de un paso de peatones que mejore la seguridad a pien en este entorno patrimonial.
Además de la funcionalidad viaria, la modificación lleva aparejada una mejora estética para el conjunto histórico burgense. Al reducir el volumen edificado quedará liberada visualmente la perspectiva hacia el Seminario. De este modo, el cuerpo de esquina del edificio religioso, diseñado con una planta circular y rematado con una espadaña de frontón clásico, ganará protagonismo y visibilidad desde la calle, poniendo en valor un elemento arquitectónico que hasta ahora quedaba parcialmente oculto por la alineación de la edificación colindante.
No obstante, habida cuenta de la ubicación de la parcela dentro del recinto histórico, la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural ha establecido una serie de condicionantes para el desarrollo de las obras. Dado que el trazado de la antigua muralla de El Burgo podría discurrir por el extremo oeste de la parcela, cualquier intervención futura de demolición o nueva construcción deberá contar con un control arqueológico pertinente. La normativa aprobada exige la realización de catas previas para determinar la ubicación exacta de los restos defensivos y, en función de los hallazgos, se deberán adoptar las medidas de protección necesarias para garantizar la conservación de este patrimonio oculto.
El acuerdo adoptado por Urbanismo y publicado en el Bocyl, en este enlace.