La carta de Sergio García, director de Soria Noticias.
Extremadura ha abierto el ciclo electoral que en Génova 13 han diseñado para mortificar al PSOE. María Guardiola convocaba a las urnas con el argumentario de que no lograba aprobar unos presupuestos. El 8 de febrero votará Aragón, donde Azcón también ha interrumpido legislatura con el mismo razonamiento. Razones que sirven en Zaragoza y Mérida, pero no en Valladolid, donde la ausencia de presupuestos en tiempo y forma no se ha considerado razón suficiente para adelantar las elecciones. Mañueco apura la legislatura y está previsto que vayamos a las urnas el 15 de marzo. Finalizará antes del verano Andalucía, donde Juanma Moreno también apurará, aunque desde la comodidad de la mayoría absoluta.
El PP prevé 4 victorias electorales cómodas y 4 batacazos socialistas. Batacazos que serán muy personales para Pedro Sánchez. En Extremadura, el candidato Miguel Ángel Gallardo fue una imposición al estar procesado en la causa por el enchufe del hermano del presidente. En Aragón, será cabeza de cartel la exportavoz del Gobierno, Pilar Alegría, y en Andalucía la mano derecha y ministra de economía, María Jesús Montero. Solo Castilla y León ha evitado este caramelo envenenado.
En política hay victorias y victorias. De momento, en Extremadura el PP no ha logrado la mayoría absoluta, en Aragón se plantea imposible y en Castilla y León tampoco se vislumbra como la opción más probable. Tan solo en Andalucía la posibilidad de un gobierno del PP sin depender de Vox parece viable. Y es que el PP es capaz de articular mayorías absolutas, pero solo en aquellos lugares donde cuenta con un candidato fuerte, con voz propia y cierto tirón mediático.
Guardiola parecía serlo, pero perdió su aura cuando se tuvo que tragar sus vehementes promesas y pactar con Vox. El PP tiene un problema con aquellos candidatos, o gobernantes, que se creen Isabel Díaz Ayuso, pero no lo son. Antes que copias malas, estaría bien buscar que sus candidatos tuvieran imagen y discurso propio. Para ello, María Guardiola ha desperdiciado la oportunidad de hacer una campaña digna de una líder fuerte y confiada. Esa estrategia de huir de los debates y de no conceder ninguna entrevista que pueda ser mínimamente incómoda nunca es acertada y, aunque creo que los ciudadanos deberían castigarla con más ahínco, diferencia a aquellos que son ambiciosos y proyectan control y confianza de los conformistas que generan de todo menos ilusión.
En el otro lado, el batacazo del PSOE ha sido considerable y los discursos hablando del fracaso de María Guardiola parecen más un sketch que otra cosa. La ausencia de respuestas al empobrecimiento de la clase trabajadora, el discurso único en torno a Pedro Sánchez, la política con Cataluña o Marruecos y los casos de corrupción y acoso sexual condenan al PSOE al ostracismo en todos los sitios donde no tenga un liderazgo consolidado y con voz propia. Léase Extremadura, Aragón, Andalucía y sí, también Castilla y León.