El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha señalado este martes 9 de abril la necesidad de aplicar racionalidad y cordura para hacer valer lo mucho que aportan las superficies de regadío al conjunto de la agricultura y a la economía nacional, sobre todo en momentos en los que la producción de alimentos vuelve a ocupar uno de los primeros lugares en las agendas de todos los gobiernos del mundo.
Durante la clausura de la Jornada de Modernización de Regadíos, organizada por la Fundación Foro Agrario-Asociación Española FAO, el ministro lo mucho que España tiene que enseñar en materia de regadío, un ámbito en el que tanto los cultivos como las instituciones, instalaciones, organizaciones y empresas españolas han alcanzado un alto nivel de desarrollo.
En su intervención, el responsable del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) se refirió a la declaración del Gobierno, del pasado 22 de marzo, con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua, cuyo propósito es el de sensibilizar a la sociedad sobre la situación que sufren millones de personas en el mundo por la falta de acceso al agua potable, y llamar la atención sobre el tema elegido para 2013: La cooperación en la esfera del agua, tanto en el ámbito internacional como en el nacional.
En este escenario, el titular del MAGRAMA puso de manifiesto que España ha sabido dotarse de mecanismos para la gestión de cuencas hidrográficas, convirtiéndose en pionera y ejemplo de referencia para otros países. No obstante, avisó de que nos queda camino por recorrer en la tarea de distribuir racionalmente un recurso precioso como el agua. El ministro sumó también que esta labor tendremos que hacerla siguiendo los criterios que los países de la Unión Europea nos hemos dado respecto al crecimiento y que, con tanto acierto, se recogen en la Estrategia 2020, es decir, de manera inteligente, sostenible e integradora.
En este sentido, el ministro reconoció que no hay en España ningún recurso que encaje mejor que el agua con los objetivos de la Estrategia 2020. Así, Arias Cañete afirmó que, conscientes del potencial de este recurso para cohesionar territorios, dentro y fuera de los límites de las cuencas hidrográficas, estamos abordando la tarea de planificación de las acciones a desarrollar en las demarcaciones hidrográficas intra e intercomunitarias.
A partir de aquí, expresó su voluntad de establecer un gran Pacto del Agua, como fundamento de un Plan Hidrológico Nacional que cubra las necesidades objetivas de los territorios. Porque hay agua para todos, pero hay que distribuirla, previo acuerdo entre todos, ha recalcado.
PLAN NACIONAL DE REGADÍOS
Según detalló Arias Cañete, en este marco se inserta un nuevo Plan Nacional de Regadíos, elemento esencial de la política de gestión del agua y orientado a impulsar las obras de modernización que sean precisas y finalizar las transformaciones que están en ejecución.
A este respecto, precisó que, desde que en el año 2000 se inició el proceso de modernización, con la vista puesta en 2008, se han hecho grandes progresos, como la modernización de cerca de 1,5 millones de hectáreas, con una inversión pública de 3.000 millones de euros y una inversión privada de entre 1.500 y 2.000 millones.
De esta forma, señaló que se ha conseguido un aumento de un millón de hectáreas de superficie regada por goteo, hasta alcanzar en la actualidad 1,6 millones de hectáreas, lo que supone el 47,2% del total de los sistemas de riego. Gracias a todo este proceso, ha continuado, se ha conseguido un ahorro de agua que se cifra en más de 3.000 hectómetros cúbicos.
Con la experiencia adquirida, consideró preciso continuar con la política que tan buenos resultados ha proporcionado hasta ahora, y proseguir la implantación de las nuevas tecnologías de riego, en particular, las basadas en el telecontrol. Además del ahorro de agua, el ministro ha indicado la necesidad de optimizar los recursos energéticos.
Para ello, la UE ha establecido como prioridad, para el nuevo periodo de programación 2014-2020, la financiación de acciones para un uso más eficiente de los recursos naturales, entre las que se encuentran las relativas a la mejora de la eficiencia energética, el incremento del uso de energías renovables y la mejora de la gestión del agua, con especial mención a la modernización de las conducciones y sistemas de riego. De esta forma, según el ministro, los fondos FEADER y FEDER van a dar un impulso a las políticas de modernización de los regadíos españoles.
Con un total de 87 actuaciones de modernización comprometidas para los próximos años, por importe de 700 millones de euros, considero que nos encontramos ante un futuro muy esperanzador para el regadío español, en el próximo periodo 2014-2020, explicó finalmente Arias Cañete.