SORIA RURAL
Actualizado 21/03/2013

Este 21 de marzo, primer día de primavera, se celebra el Día Mundial forestal establecido por la ONU en 1971. Con este motivo, la asociación ecologista ASDEN ha llamado la atención sobre ciertas forestaciones, amparadas y subvencionadas por la Administración, que “aparentemente deberían ser positivas y beneficiosas para la conservación de los montes y de la biodiversidad, resulta que son gravemente perjudiciales debido a que están alterando de forma irreparable terrenos que ya disponen de unos valores ambientales, forestales, biológicos y ganaderos dignos de conservación”.

Así, en un comunicado informativo, concretaron a lo que administrativamente se denomina “Forestaciones de Terrenos Agrícolas”, las cuales están sufragadas “íntegramente” con dinero público de la Consejería de Fomento y Medioambiente, del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, y de la Unión Europea. “Estas forestaciones se realizan sobre terrenos privados o en su caso patrimoniales de Ayuntamientos”, detallaron.
   También recordaron que en 1993, estas plantaciones “estaban destinadas a forestar parcelas en cultivo con objeto de reducir excedentes agrícolas mediante la retirada de tierras” un objetivo que aseguraron que no se logró “porque la propia política de la PAC fomentaba y permitía el que se roturaran terrenos forestales para convertirse en agrícolas”
   De este modo, señalaron que ante la falta de interés de los propietarios privados por forestar terrenos en cultivo agrícola, la Junta de Castilla y León “ha fomentado la forestación de eriales, pastizales naturales, matorrales de aromáticas, aliagares, matorrales varios y terrenos con buena regeneración arbolada”. Por esta circunstancia, apuntaron a que dichas superficies “ya son legal y medioambientalmente terrenos forestales o monte porque albergan una cubierta vegetal natural”. Así mismo, puntualizaron que muchos de estos tipos de vegetación tienen el carácter de Hábitat de Interés Comunitario o Prioritario por la Directiva 92/43 y la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y han sido incluidos en la Red Natura 2000 (LIC y ZEPA).
   “Además”, continuaron “son el hábitat de especies protegidas con la categoría de Vulnerables (la alondra ricotí, la ortega o el sisón en lo referente a los páramos), o de la escasísima perdiz pardilla en el caso de los pastizales de alta montaña del Sistema Ibérico”. A pesar de lo cual, afirmaron que han sido destruidos, “siendo las forestaciones de tierras agrarias una de las amenazas para la conservación de tales especies tal y como lo recogen los estudios técnicos encargados por la propia Administración”.
   Por ello, remarcaron que “constituye un sinsentido que las mismas instituciones (Unión Europea, Estado y Comunidades Autónomas) que están promocionando la conservación de la biodiversidad sean los que están ayudando a su destrucción con la forestación de pastizales naturales y matorrales”.
   Junto al efecto negativo sobre la biodiversidad, las plantaciones acogidas al programa de forestación de tierras agrarias “son un ejemplo de mala gestión forestal y económica ya que muchas veces afecta a terrenos en los que hay una incipiente regeneración de especies arbóreas, cuya densidad de planta es suficiente para formar una cubierta arbórea en escasas décadas”, dijeron también. En este caso, significaron que “resulta que las labores de forestación destruyen una plantación que ha arraigado y sobrevivido de forma natural en favor una plantación artificial con especies con escaso porvenir”.
   Ante estos hechos, tildaron como “destacable” la gran cantidad de hectáreas de forestación de pinos materializadas desde 1992 “que han sucumbido ante las plagas y enfermedades debido a que tal terreno o zona no era favorable para esa especie de pino”.
   “Estas razones son algunas por las que muchos colectivos con criterios ambientales a veces enfrentados, como somos ecologistas, agricultores, ganaderos y cazadores, estamos de acuerdo en criticar estas forestaciones en terrenos y con métodos y especies inadecuadas”, añadieron en un comunicado de prensa.
   El caso más actual en el que ASDEN acaba de presentar una denuncia ante la Junta es el caso de Valderromán, en Tiermes, donde según reseñaron, otras asociaciones y vecinos también han denunciado la reforestación de una parcela de páramo en la que es probable la presencia de la alondra ricotí, “y también de una plantación de pinos que supondrá la destrucción de una zona con abundante generación de roble”. A ello sumaron casos “similares y peores” en Brías y Abanco, “donde entre los años 2004 y 2006 se destruyeron unas 350 hectáreas del mejor hábitat de alondra ricotí”. Junto a ellos también refirieron otras actuaciones de este tipo en Medinaceli, Montes Claros y Sierra del Alba, San Felices y cerros al sur de Numancia, entre otros.
   Con todo, aclararon que las forestaciones son “aceptables e incluso aconsejables” en el caso de laderas, zonas afectadas por procesos erosivos, en paisajes tradicionalmente forestales o con mosaicos agrícola-forestales, y ens zonas agrícolas sin valor ecológico. Así desde ASDEN, “y así lo reconocen numerosos científicos y técnicos”, entienden que se debería variar la actual política de forestación de tierras agrarias y agroambiental con objeto de que “se apoyaran prácticas de custodia y gestión de terrenos con objetivos ambientales con base científica”, para lo cual aseveraron “hay conocimientos, herramientas administrativas, financieras y técnicas, y sobre todo interés en la sociedad y en el medio rural”.
   Para concluir, denunciaron lo que consideran como “falta de voluntad política”, ya que “de otra manera no se entiende que se esté gastando dinero en forestaciones absurdas y a la vez se denieguen recursos para luchar contra la erosión, para la gestión de Montes de Utilidad Pública y Espacios Naturales, o para la conservación de Especies Protegidas”.

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SoriaNoticias
  2. >Soria Rural
  3. >ASDEN denuncia el “sinsentido ambiental” de forestaciones oficiales efectuadas en terrenos agrarios