Tres años han tardado los tres investigadores de la Escuela de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Valladolid en el Campus de Soria, Epifanio Díez Delso, José Ángel Romera y Luis Miguel Bonilla, en obtener los resultados del proyecto que han desarrollado en las instalaciones de Cárnicas Villar. Han logrado mejorar las características nutricionales del chorizo y el salchichón de cerdo blanco e ibérico; se ha logrado reducir en un 25% la sal y en un 30% la grasa de los embutidos, se destinarán principalmente a las personas diabéticas y a quienes tenga prohibido ingerir sal en las dietas alimentarias.
Además de la Universidad de Valladolid, y la empresa Cárnicas Villar, ha participado en el proyecto AINIA Centros Tecnológicos, con la financiación de la Junta de Castilla y León que ha aportado el 40% de los 400.000 euros de presupuesto con los que contaba el proyecto. MARTA GISBERT, técnica de AINIA, explica que ha sido un proyecto muy complicado sobre todo por la tecnología utilizada, pero por lo demás el producto es el mismo, no está modificado porque contiene las características tradicionales de siempre, sólo que lo hemos mejorado.
Los productos saludables adquieren cada año mayor demanda por parte de los consumidores, por lo que es un nicho importante para trabajar; de momento no tenemos contacto con más empresas, pero lo tendremos, Cárnicas Villar nos buscó para su proyecto y también hemos trabajado en el sector de las aceitunas, productos cocidos como pastas finas que son tecnológicamente más fáciles de desarrollar, pero el objetivo es el mismo que es encontrar un producto más saludables que llevar al consumidor.
La nueva gama de productos, que llevarán la etiqueta "Tierra de Sabor" también se posicionará en el segmento de formatos reducidos, al precio de uno o dos euros, y se podrá encontrar en el mercado la próxima semana.
Cárnicas Villar empresa lleva 50 años en el mercado, da empleo a 200 trabajadores y prevé este año una facturación de 600.000 euros en su fábrica de Los Rábanos.