La causa principal de esta pésima campaña tan responde principalmente a factores meteorológicos, con un verano seco, sin lluvias en el arranque del otoño y con temperaturas más altas de lo habitual.
Las especies más recogidas han sido los hongos saprobios como la setas de cardo (Pleurotus eryngii), los parasoles (Macrolepiota sp), los pies azules (Lepista nuda), entre otras. Por el contrario, ha sido una campaña otoñal funesta para los hongos micorrícicos como los níscalos (grupo Lactarius deliciosus) o para los Boletus edulis. “En muchas zonas tradicionalmente niscaleras prácticamente no se ha recolectado nada de estas especies este otoño”, puntualizó Martínez Peña, quien apuntó, además, que en las últimas semanas se han iniciado fructificaciones de especies típicamente tardías como las capuchinas (Tricholoma portesntosum), pero en una cantidad muy inferior a la habitual.