Desde el inicio de la campaña en octubre, en el Servicio Territorial de Medio Ambiente se han registrado unas 250 denuncias relacionadas con diversos ámbitos de la actividad micológica, produciéndose muchas de ellas en la zona de Pinar Grande, donde este año no había regulación ni exigencia de permisos. En cuanto a las setas requisadas, suman unos 7.000 kilos.
Por otra parte, la Guardia Civil ha detectado la presencia de organizadores de los campamentos de rumanos, que se dedican a la recolección, y que ha obligado a los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León y a la Guardia Civil a intervenir, para desalojar acampadas y la utilización de refugios públicos.
Cuando ya está terminando la campaña, que ha sido larga y con buena productividad, será el momento de hacer balance, pero la opinión de que hay que tomar medidas para afrontar el incremento de la recolección abusiva y descontrolada, de una forma consensuada en toda la provincia, es la valoración común de los sorianos.