Ante las críticas y valoraciones surgidas sobre el acuerdo alcanzado sobre las residencias de la Diputación, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) quiere dejar clara la coherencia y la responsabilidad con la que ha trabajado estos meses, para encontrar una solución negociada al pulso que echó Antonio Pardo con la externalización, que implicaba la subrogación de los 200 empleados públicos de las residencias, que habrían quedado abandonados a un futuro laboral incierto.
“El empeño de CSI-F para encontrar un acuerdo razonable para todos los trabajadores ha sido valiente y coherente, y ha quedado bien patente con nuestras actuaciones", ha afirmado la presidenta del CSI-F en Soria, Reyes Martínez. "Por ello, no vamos a permitir que ahora se culpabilice a quienes son los perjudicados de esta historia, los propios trabajadores, y a sus representantes, del posible cierre de dos de las residencias, de cuya continuidad sólo son responsables sus propietarios y los políticos implicados".
"Desde luego, CSI-F no, que lo único que ha hecho ha sido cumplir con su trabajo y dar la cara, para salvar el empleo público y todos los puestos de trabajo, sufriendo críticas injustas y acusaciones inmerecidas. Ahora, lo que esperamos es que esos responsables de los que depende la continuidad de las residencias de El Royo y Navaleno estén a la altura, y sean capaces de mantenerlas abiertas. Todos los sorianos lo esperamos así. Y aquí, lo primero que hay que hacer es reconocer la profesionalidad y responsabilidad de todos los trabajadores de las cuatro residencias que, a pesar de la preocupación y ansiedad por la situación, han estado de diez ante los mayores residentes”, ha añadido Martínez.
Así de contundente se ha mostrado la presidenta provincial de CSI-F, que ha recordado que fue este sindicato independiente el que se empeñó, el pasado mes de diciembre, en terminar con el bloqueo existente entre comité y Diputación, y animar una negociación, con la presentación de una propuesta arriesgada.
Una propuesta que fue rechazada de plano sin contemplaciones por los otros tres sindicatos del comité, “en la que planteábamos un reducción salarial importante de partida, mayor que la que se ha acordado, pero con unos condicionantes que incluían el mantenimiento de todos los puestos de trabajo. Una propuesta que daba por hecho que se mantenían las cuatro residencias. Por cierto, tuvimos que aguantar muchas críticas injustas”, ha indicado Martínez.
Desde ese momento, ha insistido la presidenta provincial, “CSIF viene pidiendo una negociación desde hace meses, cuando todavía quedaba tiempo suficiente, y advirtiendo de la gravedad de la decisión de la externalización y posterior subrogación de los trabajadores”. Pero los otros tres sindicatos se cerraron en banda a una negociación, “y nosotros no pudimos seguir adelante, porque no teníamos la representatividad suficiente. Eso sí, en todo momento hemos reiterado nuestra disposición a negociar, y la necesidad de que se negociara, antes de que fuera demasiado tarde. Y así lo explicamos a los trabajadores en asambleas, tratando de hacer ver lo conveniente y lo urgente de una negociación”.
Pero la llamada a la negociación de CSI-F no fue escuchada, y la respuesta de otros sindicatos fue la decisión de acudir a los tribunales, para recurrir los pliegos de la externalización. En este sentido, Reyes Martínez ha señalado que, hasta el momento, el único recurso publicado en el Boletin Oficial de la Provincia es, curiosamente, el presentado por el sindicato independiente.
CSI-F aclara que su apoyo al acuerdo alcanzado es consecuencia de una hoja de ruta coherente, que responde a la voluntad de querer negociar, para salvaguardar la condición de empleados públicos para los trabajadores de las residencias de Diputación, “una reivindicación legítima y justa”, ha remarcado Reyes Martínez.
El sindicato CSI-F explica que todo se precipitó cuando, en el marco de una reunión convocada para la negociación del convenio colectivo de todos los trabajadores laborales de Diputación, UGT trasladó su voluntad de negociar un acuerdo para las residencias, presentando además una propuesta concreta, sobre la que se ha basado el acuerdo final. “El sindicato CSI-F se sumó a esa voluntad de negociación, que es lo que veníamos buscando desde hacía meses, conscientes de la limitación de nuestra representación en el comité, que nos obligaba a sumarnos a otra iniciativa, después del rechazo recibido, cuando planteamos nuestra propia propuesta”.
“El tiempo se acababa, porque el lunes 4 estaba prevista la apertura de las plicas de la externalización. Hicimos una primera propuesta en diciembre, que fue rechazada por los demás sindicatos. Hemos explicado nuestra propuesta y la necesidad de negociar a los trabajadores, en las cuatro residencias. Hemos tratado de provocar, permanentemente, esa negociación. Hemos acudido a los tribunales para recurrir la aprobación de los pliegos de externalización y, en el último momento, hemos apoyado la propuesta de otro sindicato para alcanzar la mejor negociación posible, en el último instante, antes de consumarse la externalización. Nosotros hemos cumplido, que cada sindicato haga su examen de conciencia”, ha resumido Reyes Martínez.