El mes de marzo avanza y lo hace sin precipitaciones significativas con lo que las previsiones para la nueva cosecha de cereales van empeorando día a día y el sector se mueve entre el nerviosismo y el pesimismo por partes iguales.
En las zonas más tempranas como Andalucía y la Mancha los daños en los cultivos son irreparables, especialmente el trigo duro andaluz; sin embargo en otras zonas, las más tardías como Castilla y León, aunque hay cultivos como las cebadas que tienen serios problemas de nascencia, todavía, de llover en marzo, la situación será reversible.
Los agricultores sorianos habitualmente aportan el nitrogenado a lo largo de los meses de marzo y abril, el pistoletazo de salida lo suele marcar la festividad de San José, pero este año por la sequía, se encuentran ante la disyuntiva, que de aportarlo y no llover, puede ser una inversión pérdida, además del consiguiente perjuicio para sus cultivos.
Ante este factor de riesgo incontrolado es conveniente que el aporte de nutrientes sea lo más acorde a las circunstancias en las que nos encontramos, desechando productos que lleven parte del nitrógeno en forma ureica y decantándonos por los que lo hacen por la forma amoniacal y nítrica, sin lugar a dudas la más rápida y eficiente para la planta.
La falta de precipitaciones está haciendo que el cultivo del cereal en zonas de secano en la península ibérica sea cada día más complicado y es el factor de riesgo más importante para la viabilidad de miles de pequeñas explotaciones.
Los próximos 2 meses serán claves para la cosecha de cereal en Castilla y León, primera comunidad productora de España. Esperemos que el “tiempo” nos acompañe.
El mes de marzo avanza y lo hace sin precipitaciones significativas con lo que las previsiones para la nueva cosecha de cereales van empeorando día a día y el sector se mueve entre el nerviosismo y el pesimismo por partes iguales.
En las zonas más tempranas como Andalucía y la Mancha los daños en los cultivos son irreparables, especialmente el trigo duro andaluz; sin embargo en otras zonas, las más tardías como Castilla y León, aunque hay cultivos como las cebadas que tienen serios problemas de nascencia, todavía, de llover en marzo, la situación será reversible.
Los agricultores sorianos habitualmente aportan el nitrogenado a lo largo de los meses de marzo y abril, el pistoletazo de salida lo suele marcar la festividad de San José, pero este año por la sequía, se encuentran ante la disyuntiva, que de aportarlo y no llover, puede ser una inversión pérdida, además del consiguiente perjuicio para sus cultivos.
Ante este factor de riesgo incontrolado es conveniente que el aporte de nutrientes sea lo más acorde a las circunstancias en las que nos encontramos, desechando productos que lleven parte del nitrógeno en forma ureica y decantándonos por los que lo hacen por la forma amoniacal y nítrica, sin lugar a dudas la más rápida y eficiente para la planta.
La falta de precipitaciones está haciendo que el cultivo del cereal en zonas de secano en la península ibérica sea cada día más complicado y es el factor de riesgo más importante para la viabilidad de miles de pequeñas explotaciones.
Los próximos 2 meses serán claves para la cosecha de cereal en Castilla y León, primera comunidad productora de España. Esperemos que el “tiempo” nos acompañe.