El proceso de denuncia tipo por vender alcohol a menores comienza con la denuncia de la Policía Local, la revisión por los servicios jurídicos, la apertura del expediente por parte de Alcaldía, el pliego de cargos y propuesta de sanción por parte de los servicios jurídicos y su paso a Junta de Gobierno, que es el órgano competente para aprobarlo.
Cuando se detecta a un menor de edad bebiendo alcohol en un establecimiento, la Policía Local elabora un informe que luego puede tener distintas vertientes que afectan a varias secciones del propio Ayuntamiento y también a la Junta, cuando, por ejemplo, se trata de un menor de 16 años o se incumplen también otras normas, tabaco, capacidad, ruido o salidas de emergencias.
La sanciones van desde leves, 300-600 euros, graves, de 600-10.000, o muy graves, en cuyo caso pasan a la Junta de Castilla y León. Estas sanciones pueden ir acompañadas también de otras accesorias como el cierre del local. La venta de alcohol a menores en un bar nunca se considera leve.
Ante la alarma generada, especialmente entre los padres, por las últimas intervenciones realizadas por la Policía Local ante la existencia de fiestas con menores, el equipo de gobierno del Ayuntamientos señala que se vigilará que se cumpla la normativa que impide servir alcohol a menores, pero insiste en que no estos hechos no se pueden controlar en su totalidad.