El público tuvo ganas de toros, y fue poco exigente, pero ni así pudo disfrutar como deseaba, a pesar de su buena voluntad de querer premiar a los toreros, en una tarde primaveral agradable, y en una corrida de toros histórica en la plaza de El Burgo. Al final, tres orejas, y poco más.
La tarde la arrancaba Uceda con un toro flojo de Hernández Plá, sin recorrido, desviado en la parte trasera. La voluntad del diestro poco pudo hacer, salvo terminar su faena con una media estocada caída.
Fandiño también se mostró voluntarioso, para agradar al público. Pero el toro de Adolfo Martín fue malo. Aplausos al matador y pitidos al animal en el arrastre. Merece destacar las banderillas de Jarocho.
La primera oreja llegó con el segundo toro de Uceda. Un trofeo generoso, para un matador sonriente, pero sin nada reseñable en su faena, que no ofreció ni un natural. Hizo una estocada contraria, y se terminó la historia, con un toro la ganadería Puerto de San Lorenzo, de escasas posibilidades.
En el cuarto de la tarde, y segundo de Fandiño, más de lo mismo. El morlaco de Valdefresno no tuvo faena, y estuvo flojo en su pata izquierda. Cuatro pinchazos y un descabello necesito necesitó Fandiño para dar muerte al toro.
El quinto toro de Uceda de El Montecillo fue más de lo mismo. Sin recorrido, el diestro poco pudo hacer, y lo mató con descabellos y en tablas. El público pitó al animal en su despedida.
Lo mejor llegó con la última faena de Fandiño, que consiguió dos orejas. Eso sí, antes el torero tuvo que pedir el sobrero, porque el toro previsto de Torrealba resultó muy complicado. Se le concedió el sobrero, y Fandiño ahora sí- pudo completar una buena faena.