El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte quiere, básicamente, consolidar y estabilizar los muros y recalces de sus apoyos en la roca. También se impermeabilizaría la coronación de los muros de fábrica de mampostería y se eliminaría la vegetación existente. En la memoria se deberá recoger también los trabajos de retirada de las grandes acumulaciones de escombros, con el consiguiente seguimiento arqueológico.
En estas obras de emergencia se inyectará cal hidráulica o cosidos en líneas singulares y en zonas apropiadas y se estabilizarán sectores de muros con riesgo de colapso mediante apeos previos. Para ello se reintegrarán o se hará un rejuntado de fábricas, jambas y dinteles con el fin de asegurar su estabilidad. Habría que utilizar morteros cromáticamente equilibrados.
También se consolidará y tratará la bóveda de la torre del homenaje, la cubierta, los matacanes, la escalera de acceso y las ventanas. Se retirará la vegetación de esta zona y se recalzarán los muros.
La memoria recogerá, además de los antecedentes del castillo y de las anteriores intervenciones, una descripción de las principales patologías y principales lesiones para futuras actuaciones.
Todos estos trabajos de emergencia tendrían un plazo de ejecución de seis meses. De acuerdo con la información ofrecida a la subdelegada del Gobierno en Soria, María José Heredia, por el Director General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Jesús Prieto, esta memoria estará terminada en los próximos días para poder acometer las obras lo antes posible.
CASTILLO DE UCERO
El Castillo de Ucero podría datarse en el siglo XIII, aunque se realizaron reformas posteriores, especialmente en el siglo XVI. Se encuentra sentado sobre una colina que domina la villa de Ucero y tradicionalmente se le ha asociado a los templarios (al igual que la ermita de San Bartolomé del Cañón del Río Lobos) de la que no está muy alejado.
Consta de dos recintos exteriores y los del propio castillo donde sobresale la torre del homenaje con ventanales ajimezadas del siglo XIII. También son destacalbles las ménsulas que soportaban los matacanes desaparecidos y alguna que otra gárgola con forma de águila con personajes esculpidos.
Dicha torre del homenaje, sobre la que se va a actuar, es sumamente interesante, puesto que se encuentra todavía abovedada en su piso superior (debió tener otros pisos de madera). La citada bóveda es de crucería sencilla. Los nervios cruceros apoyan en ménsulas con atlantes esculpidos. Existe un pasadizo que comunica el castillo con el río Chico próximo.
Se halla bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Es, por tanto, Bien de Interés Cultural desde 1949.