La Junta de Castilla y León ha presentado el informe anual de calidad del aire del año 2012. Este informe se realiza desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, para dar a conocer a la población de Castilla y León los resultados registrados por todos los analizadores que componen la Red de Control de la Calidad del Aire y que vigilan durante los 365 días al año, el aire que respiramos. La Red de Control de la Calidad del Aire de la Junta de Castilla y León avala la calidad de estos resultados a través de su certificación ISO 9001:2008 para los datos generados de concentración de contaminantes renovada en 2012.
El informe recoge los cálculos estadísticos de los más de 4 millones de registros capturados en 2012 por la Red de Control de Calidad del Aire de la Junta. La inversión anual en esta tarea es de 600.000 euros. La principal conclusión de este informe es que este es el quinto año consecutivo en el que no se ha superado ningún valor límite de protección a la salud ni de los contaminantes regulados en la normativa española y europea, que han sido: dióxido de azufre, monóxido de carbono, partículas (PM10 y PM2.5), dióxido de nitrógeno, benceno y plomo.
En cuanto a los valores de dióxido de azufre (SO2), este contaminante sigue la tendencia habitual, en las zonas alejadas de los grandes focos de emisión (centrales térmicas del carbón), los valores se sitúan muy por debajo del valor límite, mientras que en las zonas del norte de la Comunidad, donde hay focos de emisión de esta sustancia, es donde se alcanzan unos valores más elevados, sin que en ningún caso se haya producido la superación de algún valor límite de protección a la salud.
Las partículas en suspensión, tanto en PM10 como en PM2.5, tampoco han registrado ninguna superación de los valores límite tanto diarios como anuales, antes y después de haber realizado el preceptivo descuento de intrusiones de material particulado natural procedente del norte de África.
Para el dióxido de nitrógeno, tampoco se han registrado superaciones de los valores de protección de la salud, tanto del valor límite horario como el anual. Los valores más altos se registran en las aglomeraciones de Valladolid y León, así como en la zona atmosférica del Bierzo, si bien son inferiores a 30 µg/m3, claramente alejado del valor límite fijado en 40 µg/m3. En cuanto al monóxido de carbono y el benceno, presentan unos valores muy bajos en todo el territorio evaluado, del orden del 5 % del valor límite.
En lo que se refiere al ozono troposférico, durante el verano de 2012, se registraron dos superaciones del umbral de información a la población, concretamente en las estaciones situadas en las proximidades de Venta de Baños y en Medina de Pomar. En cuanto al valor objetivo de protección a la salud para esta sustancia, siendo 2012 el primer año de su implantación, se ha superado en las zonas atmosféricas de Duero Norte, Valle del Tiétar, y Cuenca del Ebro. Estas superaciones que se dan en zonas eminentemente rurales de la Comunidad obedecen, en gran medida, a factores naturales y por ello, se marca un objetivo en la normativa hacia el que hay que tender y no un valor límite como para otros contaminantes.
Los resultados de los análisis de metales también han registrado valores muy bajos, incluso por debajo del umbral inferior de evaluación lo que sigue justificando su seguimiento por medio de mediciones indicativas.