El delegado territorial, Manuel López, ha inaugurado esta mañana la exposición temporal que el Museo Numantino acogerá hasta el 9 de septiembre, con fotografías del pintor Cirilo Martínez Novillo. Se trata de una serie de instantáneas que el autor madrileño tomaba como base para sus obras, reconocidas por su innovación en el paisaje. Las fotografías abarcan desde el año 1957 a 1990, de diferentes zonas de la geografía nacional, agrupadas en las series Montoro, Alcarria, Ría de Bilbao, Castilla, Valencia y Cero, con imágenes diversas.
Manuel López ha agradecido al hijo del artista, Álvaro Martínez Novillo, que ha estado presente en la inauguración junto al director del museo, Elías Terés, que “la familia haya cedido de forma altruista esta colección de su padre, uno de los pintores más representativos de la segunda mitad del siglo pasado”.
Álvaro Martínez Novillo ha afirmado sentir “cierta emoción” al exponer fotografías de su padre en Soria. “Conocimos la ciudad hacia 1953 o 1954 y se nos quedó a todos el paisaje de Soria en la retina, aunque en las fotos no haya muchos motivos identificativos exactamente de Soria, el espíritu del paisaje castellano y soriano está muy presente”, ha asegurado.
Cirilo Martínez Novillo (Vallecas, 1921 – Madrid, 2008) fue uno de los últimos y mejores representantes de la preocupación pictórica por el paisaje interior ibérico. Comenzó trabajando sobre figuras y bodegones, en el inicio de la década de los 40, siendo la década de los cincuenta clave en su formación pictórica y en su descubrimiento del paisaje.
A lo largo de estos años recorrió el paisaje no sólo castellano, sino también del Cantábrico y de Andalucía. Este período fue muy intenso en viajes en moto por toda España, en las que Martínez Novillo tomaba apuntes y fotografías. A partir de 1957 realiza fotos de paisajes en color y, desde entonces, la fotografía desempeña un papel muy importante en su obra, aunque nunca descartará el apunte del natural. Desde los setenta hasta casi su fallecimiento siguió tomando apuntes fotográficos con máquinas automáticas.
“En sus fotografías podemos ver el paisaje con todos sus detalles, igual que en sus cuadros de las primeras épocas; en otros, la simplicidad del elemento abstracto nos eleva a la metafísica de la belleza, la metafísica del pensamiento humanizado”, apunta el crítico José María Romero en el programa de la exposición. Martínez Novillo fue Primera medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes en 1961 y, además de en España, expuso individualmente en París, Zúrich, Winterthur, Londres y Nueva York.
La muestra Cirilo Martínez Novillo, fotografías 1957/1990, organizada con la colaboración de la Asociación de Amigos del Museo Numantino, se compone de un total de 53 instantáneas. Se inicia con la biografía del artista, acompañada de una fotografía suya tomada por José Vela Zanetti en 1968 y tres imágenes de Soria realizadas por el autor. Se pasa después a las 53 fotografías agrupadas geográficamente: 14 en la serie Montoro (1957) y Alcarria (1958); cuatro de la Ría de Bilbao (1968); 11 de Castilla (1965-1970); 10 en la dedicada a Valencia (1975-1990); y 14 en la serie denominada Cero, con imágenes diversas.
Como complemento, se pueden contemplar algunas pruebas de impresión de los aguafuertes que Martínez Novillo realizó para acompañar los textos de Gerardo Diego del libro Soria, editado en 1981. Como resume José María Romero, “inspirados en parte en sus fotografías, sus aguafuertes para las poesías de Soria de Gerardo Diego logran que se vean en cada paisaje todos los posibles. Si su pintura, como decía este poeta amigo, nace de dentro a fuera, es su mirada interior la que elige el enmarque. La foto que hace del cuadro de la naturaleza que tiene ante sus ojos, lo interioriza y lo interpreta como un acto de generosidad que comparte con todos nosotros”.