Es la única explicación que encuentra el concejal popular Tomás Cabezón, al secuestro que ha realizado el alcalde, Carlos Martínez Mínguez, del documento de las cuentas generales, que además se han aprobado en Pleno, para que no se entregue a la oposición. Además, Cabezón denuncia que el alcalde ha prohibido a los funcionarios hablar con los concejales del PP.
Indignado se presentó el concejal del PP, Tomás Cabezón, a la rueda de prensa ofrecida este lunes 8 de octubre. Explicó que desde el pasado jueves, día de la celebración del Pleno, en el que la mayoría socialista aprobó las cuentas generales de 2011, el grupo popular lleva intentando que el alcalde le entregue el documento de las cuentas generales que se aprobó en el Pleno.
Sin embargo, según denuncia el PP, el alcalde niega ese documento, cuando la oposición tiene derecho a tener esos documentos para poder fiscalizar la gestión del equipo de gobierno, máxime cuando es un documento ya aprobado en Pleno. Una actitud de la alcalde intolerable, en opinión de Cabezón, que además ha llevado a Martínez Mínguez a prohibir a los funcionarios a hablar con los concejales de la oposición, asegura Cabezón.
Es más, Cabezón criticó que el alcalde saliera por la puerta de atrás, después de llevar esperando el concejal popular más de 45 minutos a que el alcalde le atendiera en su despacho, precisamente para aclarar el tema de las cuentas generales. Y es que el PP llama la atención de los errores detectados por el PP en el expediente de las cuentas generales. Así, el PP lamenta que en el documento que manejó el interventor en el Pleno sobre las cuentas generales, aparecían datos diferentes a los del expediente que manejaban los concejales. Algo sorprendente, según Cabezón, que dice mucho de la mala gestión del equipo de gobierno.
Cabezón indicó que mientras el expediente entregado a los concejales hablaba 43,5 millones de derechos reconocidos, en el estado de ejecución de ingresos, luego el interventor sustituyó esa cantidad por 44 millones, escrito con el boli. El concejal popular señaló que no es casualidad esta polémica, que puede parecer un tanto absurda. La cuestión de fondo es que ese millón de diferencia puede ser lo que permita o no pedir nuevos créditos al equipo de gobierno. Cabezón denunció el talante del alcalde, que evita la transparencia y obstaculiza el trabajo fiscalizador de la oposición.