El club ya ha comenzado los entrenamientos, aunque la plantilla no estará incorporada al completo hasta el mes de septiembre. Aun con los objetivos de volver a alcanzar play-off y Copa del Rey, siempre existe la esperanza de superar todas las expectativas.
El Río Duero Voley empieza los entrenamientos con una plantilla joven y mucha ilusión por el nuevo reto europeo. “Ahora lo que hay que lograr es que fisicamente se pongan a tono y la semana que viene empezaremos con trabajo más específico que nos haga ir preparando la competición”, asegura Alberto Toribio, entrenador del club. Todavía no se ha incorporado la plantilla al completo, aunque todos, con excepción de Pelegrín Vargas que tendrá que esperar a que su selección termine su actuación en el mundial, lo harán la semana que viene.
Una plantilla incluso más joven que la del año pasado pero también más "compensada". "Hay unas alternativas más en algunas posiciones y estoy muy contento con la plantilla que hemos formado y tengo confianza en que podemos asumir los objetivos que tenemos”. Porque lo que no cambia es el reto de volver a llegar al play-off y a Copa del Rey, aunque siempre hay cabida para la mejora, para "intentar mejorar y estar más arriba, porque creo que el club y la plantilla están para ello”.
Todo, con un nuevo reto en mente con el que club y aficionados llevaban más de una década soñando: la participación europea. Cuando todos los detalles de la competición estén cerrados prepararán el inicio "lo mejor posible y con muchas ganas de que llegue, ya porque al final son competiciones que todos queremos jugar”, apunta Toribio.
Aunque el equipo titular del año pasado parecía muy marcado, “lo mejor es que los jugadores te lo pongan muy difícil para saber qué siete juegan”. De hecho, para el entrenador celeste durante la temporada 21/22 los jugadores competían al máximo entre ellos para lograr jugar y seguir mejorando, algo que quiere seguir manteniendo en una temporada tan importante como esta.
En cuanto a la Superliga, los celestes tienen por delante un inicio complicado. Aunque los de arriba han formado "plantillas fuertes", el Río Duero va a trabajar por volver a ser la alternativa. En palabras de Toribio, el de los sorianos no es el mejor calendario para lograr una gran calificación en la primera vuelta, que es la que da acceso a la Copa del Rey. Solo 5 partidos en casa y contra Guaguas, Almería y Melilla. "De esos 5, solo tenemos dos partidos contra los que no están llamados a estar arriba del todo", afirma. Sin embargo, reconoce que "cuando se acaba la liga has jugado todos, en el orden que sea", y el equipo tratará de aprender del año pasado y estar al máximo también al final de la temporada. Además, pronostica un inicio "muy divertido" en los Pajaritos.
Un pabellón que el año pasado convirtieron en un fortín. Este año, volver a lograr esa fortaleza en casa y trabajar el rendimiento fuera será clave para lograr grandes resultados. Porque aunque los de Toribio no cuentan con uno de los mayores presupuestos de la liga, el entrenador prefiere huir de hablar en esos términos. “Nosotros haremos nuestro trabajo, intentaremos el máximo y ojalá ese máximo este año sea estar entre los cuatro primeros de alguna de las dos competiciones, o de las dos".
Para Manu Salvador, capitán celeste, esta pretemporada es momento de aprovechar antes de que empiece la competición para sentar las bases de la relación que se va a fraguar en el vestuario durante toda la temporada, en medio de una plantilla más joven incluso que la del año pasado. “La situación es curiosa pero creo que mi rol en el equipo como capitán también es ayudar a los jóvenes y justo ahora que estoy solo con ellos, puede ser buen momento, sobre todo para los nuevos”.
La europea no es una competición desconocida para el capitán, que ya tuvo oportunidad de jugar entre los más grandes cuando llegó al club. “Tienes unos recuerdos muy bonitos de haber viajado y haber jugado contra los mejores jugadores del mundo y creo que es un aliciente para el club, para mí personalmente y para el equipo". Prometen trabajo duro para dar lo mejor de sí en esta competición y esperan que los aficionados se ilusionen con esta nueva etapa.
El año pasado, asegura, llegaron a superar las expectativas y esta temporada quieren volver a hacerlo. “Va a ser difícil porque el equipo es diferente y nuevo y sobre todo porque la liga, por suerte, sigue creciendo y va a haber rivales que nos lo van a poner difícil”. Su papel todavía es incierto, aunque estará preparado para salir a ayudar al equipo en cualquier momento y ganarse su puesto, igual que lo hizo la temporada pasada. Este año la situación podría ser parecida y él va a seguir luchando por tratar de ser determinante en el momento en el que los celestes más necesiten a su capitán. “Entré y aporté cosas diferentes que hicieron que el equipo reaccionase y a lo mejor ese puede ser un rol que puedo tener este año mucho y tendré que estar preparado para ello”, afirma.