El combinado nacional acusó los nervios en el inicio del partido, al ser este, el primer encuentro de tanto nivel que jugaban muchas de sus componentes. De esta forma, las belgas consiguieron dominar los primeros compases del choque, hasta que, tras el primer tiempo técnico, España reaccionó de la mano de su mejor jugadora, la colocadora María Figueroa. Parecía que Bélgica no sabía contrarrestar el juego de las españolas, pero cuando se llegó al final del set, con 22-23, se le fundieron los plomos a las nuestras. Tras fallar el saque que puso el empate a 23, dos buenas jugadas de las rivales dieron al traste con todo el trabajo realizado hasta el momento.
El 25-23 hizo mucho daño a España, que sin embargo se repuso en los tres minutos de descanso para comenzar con buen pie el segundo set. Nuevamente María Figueroa ponía el ritmo al juego con su distribución, y las componentes de la Roja se marchaban en el marcador hasta un claro 12-16. Sin embargo, un tremendo bache en recepción hizo que los cuatro puntos de ventaja se esfumaran rápidamente y no solo eso, sino que las belgas consiguieran una ventaja definitiva en el set, gracias a un parcial de 11-0. Del 12-16 se pasó al 23-16 que sentenció esta manga, que acabó co 25-20.
La tercera manga fue la más igualada de todas en su desarrollo. Los dos equipos fueron parejos hasta bien entrado el set, pero al final, las belgas volvieron a imponer su ley, amparadas en su efectividad al saque, y en la vulnerabilidad de la recepción española. El 25-21 final puso el cierre a un partido en el que España pudo haber hecho algo más, hasta el punto de que todo el equipo acabó con la sensación de que se había escapado una buena ocasión para haber ganado a un rival de gran entidad.
Por el equipo español jugaron de inicio: María Figueroa, Sara Folgueira, Carmen Unzúe, Clara Martínez, Sara Esteban y Sarai Manzano, como líbero jugó María Antonia Gomila. También jugaron Alicia Rodríguez, Selene Lobato y Lidia Alonso.