Es una intervención artística en pequeños pueblos que han sufrido el abandono de sus habitantes, y perviven rozando la desaparición.
Se trata de un proyecto artístico que interviene de forma efímera las calles, cada vez más vacías de nuestros pueblos, con la aparición de siluetas de los moradores, que le dieron sentido a la vida de una población de la cual carecen actualmente.
Cada vez es más difícil llenar el vacío que dejó la emigración, calles abandonadas, casas vacías, escuelas cerradas?, pueblos que carecen del sentido que les dieron sus habitantes, y que en la actualidad son cuestionados por las autoridades.
Tantos siglos de vida se borran de un golpe por el cambio de modelo social, que ha dejado de valorar el papel fundamental de los pueblos a la hora de poblar el paisaje, para forzar a sus habitantes a abandonarlos en busca de las grandes ciudades.
"¿A quién le interesen las raíces perdidas de todos nuestros mayores que perviven en las sombras de las parras, al pie de los muros derruidos, en las casas abandonas o en el silencio de las calles vacías?", se pregunta Gloria Rubio.
Esta artista soriana invita a la reflexión con su intervención en los pequeños pueblos, colocando siluetas de aquellos que un día dieron sentido a todo un mundo que hoy ha desaparecido.
Nadie acude ya a la fuente a llenar el botijo, no se oyen los gritos de los niños acudiendo a la escuela, los pasos de machos y mulas no se sienten camino del campo seguido de ovejas, cabras o vacas.
Frente al silencio de los pueblos, Gloria Rubio Largo invita a pararse y a escuchar; a ver con los ojos de aquellos que poblaron las casas; a compartir conversación y paseo por la vereda de los olmos; a sentarse en los soleados poyatos en los largos días de invierno.
Con este proyecto se rememora los lugares abandonados por el hombre y se invita al análisis de una forma crítica la sociedad de consumo y el desarrollo del hábitat para el hombre en ésta. El proyecto se ha presentado ya en las localidades de Fuentelfresno y Fuentestrún.