La Junta de Castilla y León ha realizado en la Biblioteca Pública de Soria un sencillo acto de homenaje a José Antonio Pérez-Rioja García, fallecido el año pasado, a cuya memoria dedica, con la instalación de una placa, la Sala de Estudios Locales. El delegado territorial, Manuel López, ha asistido a este acto de reconocimiento, en el que ha destacado la importancia de esta gran figura de la intelectualidad y de la cultura soriana, que fue director de la Biblioteca entre 1946 y 1985.
En el acto de homenaje ha estado presente, entre otros familiares, Carmen García Segura, viuda del homenajeado, y uno de los impulsores de este reconocimiento, el profesor José María Martínez Laseca. Licenciado en Filosofía y Letras y doctor en Filología Clásica, Pérez Rioja llegó en noviembre de 1946 a la dirección de la Biblioteca Pública de Soria, a petición propia, tras un concurso de traslados.
Aunque había nacido en Granada y pasado la mayor parte de su vida en Madrid, Pérez Rioja se sentía muy unido a Soria por la vinculación que tenía su familia con la ciudad. Estuvo en el cargo de director durante 39 años, hasta su jubilación en 1985. Gracias a su iniciativa, gestiones y esfuerzo personal se consiguió la ampliación y reforma de la antigua Biblioteca Municipal, situada en la plaza Mayor, en febrero de 1956.
Logró después la construcción, con el carácter de biblioteca-piloto o modelo de integración de servicios (archivo, biblioteca, extensión cultural), de la Casa de Cultura en octubre 1968, que continúa ahora como Biblioteca Pública de Soria, dependiente de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León.
Como ha resaltado el delegado territorial, durante sus años al frente de la Biblioteca los fondos bibliográficos aumentaron de 3.000 volúmenes en 1946 a 75.000 en 1984, incrementándose también los servicios de lectura y de préstamo.
A partir de 1956, y principalmente desde 1968, Pérez Rioja implantó una serie de diversas y constantes actividades culturales, encaminadas a fomentar el interés de niños, jóvenes y adultos por la lectura. En 1948 creó el Centro Provincial Coordinador de Bibliotecas de la Provincia, que ha puesto en funcionamiento 18 bibliotecas públicas municipales en los puntos más importantes o alejados de los núcleos principales de cada cabecera de comarca de Soria, estableciendo además un servicio de lectura circulante.
Dirigió el boletín de la Dirección General de Archivos y Bibliotecas, entre los años 1959 a 1969 y fue cofundador del Centro de Estudios Sorianos y de la revista Celtiberia. Publicó numerosos libros y más de 2.500 artículos.
Su figura fue clave en el desarrollo de la Sección Local en la Biblioteca, consciente de la importancia que tienen estas salas para la investigación de la historia local.
Se ocupó personalmente de dotar a esta sección de todo tipo de documentación sobre Soria y su provincia y de poner esta información a disposición de los investigadores y estudiosos, facilitando su consulta y garantizando su conservación. Forman parte de la Sala de Estudios Locales, cuya sala le está dedicada, libros, folletos, publicaciones periódicas, mapas, fotografías, dibujos, hojas sueltas, etc., así como audiovisuales y material electrónico. Todo estos fondos o son obras de autores sorianos o tratan sobre Soria, además de las publicaciones periódicas locales.
Dentro de la importante colección de 4.000 libros y 5.700 folletos de temática soriana, destacan obras de Juan Palafox y Mendoza o Sor María Jesús de Ágreda, historias o crónicas de Soria, como la de Nicolás Rabal (1889), Aurelio Pérez-Rioja (1867) o la de su hijo José Antonio (1985). También son de resaltar los mapas originales: Tomás López (1783), Coello (1860), Chías y Garbó (191--), y una importante colección de publicaciones periódicas locales (destacan los más de 52 títulos de prensa soriana del siglo XIX y comienzos del XX, cuya recopilación se debe al propio José Antonio Pérez-Rioja) así como periódicos actuales.
Además, la Sala de Estudios Locales cuenta con importantes colecciones donadas, como el Legado Zamora, dejada a la biblioteca por Florentino Zamora Lucas en testamento en el año 1982, por la amistad que le unía a Pérez-Rioja. Consiste en un gran número de libros, folletos, fotografías y documentos de su propiedad.
También forman parte de este legado multitud de fichas, recortes y anotaciones utilizados por Florentino Zamora para sus estudios. Forma parte de los fondos de esta sala la biblioteca personal de Dionisio Ridruejo, escritor y político de origen soriano. El Ministerio de Cultura compró y depositó este fondo en la Biblioteca Pública de Soria en el año 2004. Incluye los libros, artículos y folletos escritos por él, así como prólogos de libros que escribió para otros autores.
Cuenta además con 10.500 volúmenes, 102 ejemplares de fondo antiguo, una extensa colección de revistas y un archivo con correspondencia, trabajos de otros autores para corregir, pruebas de composición, etc.