La energía más eficiente es la energía no consumida. El consumo eficiente es un factor clave en el desarrollo sostenible, tanto para mejorar el respeto medioambiental como para lograr la competitividad económica. El parque de viviendas consume un tercio de la energía final gastada en Castilla y León.
La energía más eficiente es la energía no consumida. El consumo eficiente es un factor clave en el desarrollo sostenible, tanto para mejorar el respeto medioambiental como para lograr la competitividad económica. El parque de viviendas consume un tercio de la energía final gastada en Castilla y León.
La Junta ha establecido unos estrictos objetivos para promover la construcción de edificios de consumo casi nulo y de alta calificación energética, lo que supondrá una auténtica revolución en el diseño y la construcción, que implicará a todos los agentes del sector, desde la formación de los profesionales al posterior desarrollo de su actividad profesional en la construcción y rehabilitación de edificios. Por otra parte, el Gobierno autonómico apuesta por la certificación energética de edificios, tanto por las posibilidades de ahorro y eficiencia energética que ofrece, como por la rentabilidad económica y empresarial y la creación de empleo que supone.
La Consejería de Economía y Empleo, competente en materia de certificación de eficiencia energética de edificios, está implicando a través de la Dirección General de Energía y Minas, con la asistencia técnica del Ente Regional de la Energía (EREN), a todos los profesionales del sector a través de equipos multidisciplinares con especialistas que participan en la construcción y rehabilitación de inmuebles. De la misma forma está difundiendo el proceso de certificación entre los ciudadanos pues, aun siendo una obligación, supone un importante beneficio para todos.
La norma establece un control externo e independiente de las certificaciones, de esta forma, las inspecciones de los edificios de nueva construcción terminados e inscritos en registro deben ser realizadas por técnicos de Industria y Consumo. Además, se ha establecido la creación y el mantenimiento de un registro de certificados energéticos de edificios en Castilla y León. Este registro inscribe los certificados de eficiencia energética tanto de los edificios de nueva construcción como de los existentes, en aspectos que abarcan el proyecto de un inmueble, el edificio terminado, sus modificaciones, anulaciones, actualizaciones o renovaciones. Su acceso es exclusivamente telemático, mediante la aplicación informática CEREN, disponible en www.tramitacastillayleon.jcyl.es. La Junta de Castilla y León quiere dar ejemplo con la certificación energética en sus edificios, centrándose inicialmente en aquellos de más de 500 metros cuadrados.
LA EFICIENCIA ENERGÉTICA EN LA EDIFICACIÓN
La eficiencia es la utilización óptima de los recursos disponibles para la obtención de los resultados deseados. Durante los últimos años, la Unión Europea ha priorizado la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, resultantes principalmente por aumento del consumo energético en todos los sectores. Entre estos, los edificios representan aproximadamente un 40 % de la demanda energética, de ahí la importancia de obtener el mayor ahorro energético en el sector de la construcción, más en un contexto en el que prima el aumento de los precios de los combustibles fósiles. Por ello, es necesario contar con edificaciones sostenibles, respetuosas con el medio ambiente y que generen menos emisiones de CO2, fomentando para ello la eficiencia energética.
En un contexto de crisis como el actual la eficiencia energética en la edificación se presenta como un importante elemento a considerar, por ser uno de los medios prioritarios para reducir la dependencia energética del exterior y para acercarse al objetivo de la Unión Europea de conseguir edificios con un consumo casi nulo en 2020.
LA CERTIFICACIÓN ENERGÉTICA
La certificación energética de edificios es una verificación de la calificación energética obtenida por el edificio, con el proyecto y la obra realmente ejecutada, realizada por arquitectos y por las constructoras, que conduce a la expedición de un certificado de eficiencia energética del proyecto del edificio y del edificio terminado. El Real Decreto 235/2013 de 5 de abril exige este certificado al propietario de un edificio, vivienda o local que vaya a ser vendido o arrendado, exigible también a los edificios de nueva construcción. Sus objetivos son reducir las emisiones de CO2, invertir en tecnologías de ahorro energético, la transparencia del mercado inmobiliario y mejorar el gasto en energía de los edificios.
Los antecedentes de la certificación que se está aplicando ya en Castilla y León parten de la Directiva Europea 2002/91/CE relativa a la eficiencia energética de los edificios, que supuso una revolución en el diseño de los edificios energéticamente más eficientes.
LA CERTIFICACIÓN EN ESPAÑA
En España se aplica la legislación de la directiva europea a partir de 2007, si bien el paso mes de abril, se publica el Real Decreto que incorpora la certificación de los edificios existentes, definiendo la metodología de cálculo, la etiqueta energética y las condiciones técnicas y administrativas de las certificaciones.
Su ámbito de aplicación son los edificios de nueva construcción, los edificios o partes de edificios existentes que se vendan o alquilen a un nuevo arrendatario, siempre que no dispongan de un certificado en vigor, y edificios o partes de edificios en los que una autoridad pública ocupe una superficie útil total superior a 250 m2 y que sean frecuentados habitualmente por el público. Para ello, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha elaborado una metodología de cálculo y nuevos programas de calificación energética de edificios existentes, que se puede consultar en www.minetur.gob.es.
La norma recoge la etiqueta de eficiencia energética, su diseño y contenidos, así como la obligación de su uso como información para la venta o alquiler y cuya exhibición es obligatoria en los edificios públicos y en privados de más de 500 m2 frecuentados por el público.