La Junta de Castilla y León cerrará a finales de este mes el Centro de Investigación Forestal de Valonsadero (CIFV), un organismo que tras 21 años de andadura se había convertido en líder mundial en la investigación micológica y forestal. La decisión adoptada por la Consejería de Medio Ambiente y Fomento llega en aras a obtener una “gestión más eficaz, eficiente y racional en la investigación forestal y evitar duplicidades”, según justificó.
Las investigaciones que realizaba este centro dirigido por Fernando Martínez Peña se llevarán a cabo mediante la colaboración con el Cesefor, las escuelas de ingeniería de montes, forestal y agrónomos, dependientes de la Universidad de Valladolid y con presencia en Palencia, Soria, Valladolid, el Instituto Universitario de Investigación Forestal Sostenible el Inia de Madrid y el personal dependiente de la dirección general de Medio Natural de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. “De esta forma, se favorece la simplificación de estructuras de gestión y se avanza en la eficiencia y eficacia en la gestión de los recursos públicos”, indicó.
En este centro trabajan doce personas, cinco funcionarios y siete contratados laborales que finalizan su contrato el 30 de junio. Los funcionarios serán recolocados en la Delegación Territorial, mientras que los laborales, incluidos el director del centro, serán despedidos.
La consejería sostuvo que el centro soriano realizaba investigaciones en selección de maderas nobles y en catalogación de especies forestales. Si bien, obvia que tenía encomendada parte de las labores de investigación del ‘Plan Forestal de Castilla y León’ y que trabajaba en otras líneas de investigación forestal como la micología forestal aplicada suelos forestales y ecología, mejora genética de especies forestales y selvicultura de especies forestales de Castilla y León y que prestaba servicios de asesoramiento técnico al sector forestal de la región.