Si para la policía local el número de participantes en la manifestación de la tarde fue de 2000, para la Subdelegación del Gobierno el número alcanza los 1100, y, que contrasta con los 3.000 que dicen los sindicatos. La manifestación partió de la plaza mayor de la capital para concluir en la puerta de la Alameda de Cervantes. Los sindicatos de la enseñanza portaron las habituales pancartas y silbatos para mostrar así su descontento con las medidas de "recorte" aprobadas por el Gobierno de España.
Los sindicatos convocantes entienden que el Gobierno de Mariano Rajoy debe considerar la "respuesta masiva de la sociedad y tenerla en cuenta" para paralizar los recortes.
Las mismas organizaciones instaron a la Junta de Castilla y León a que convoque la Mesa Sectorial para que las medidas adoptadas en el Decreto gubernamental de racionalización del gasto público en Educación se apliquen aquí según la idiosincrasia de la Región y preservando la calidad y la equidad de la Educación.
Los sindicatos exigieron que se evite la masificación de las aulas, el recorte de plantillas docentes, la pérdida de interinos, la precariedad laboral, el aumento de las tasas universitarias y la disminución de las becas.