Pese a que la tarde no se aventuraba agradable por la intensa tromba de agua caida apenas una hora antes de la bajada de las peñas al Duero, la tarde de Bailas no defraudó. Miles de sorianos han vivido con intensidad la jornada del lunes, último día de fiestas de San Juan en la que ni las temperaturas, ni los agobios, ni tampoco la amenaza del regreso de lluvia han sido enemigos para disfrutar de los sones sanjuaneros de la Banda Municipal de Música. Chapuzones valientes, buen ambiente y meriendas nuevamente campestres a orillas de un río que siempre acoge.
Pese a que la tarde no se aventuraba agradable por la intensa tromba de agua caida apenas una hora antes de la bajada de las peñas al Duero, la tarde de Bailas no defraudó. Miles de sorianos han vivido con intensidad la jornada del lunes, último día de fiestas de San Juan en la que ni las temperaturas, ni los agobios, ni tampoco la amenaza del regreso de lluvia han sido enemigos para disfrutar de los sones sanjuaneros de la Banda Municipal de Música. Chapuzones valientes, buen ambiente y meriendas nuevamente campestres a orillas de un río que siempre acoge.