Con los termómetros al alza y el sol en un cielo muy azul, tras la festividad del patrón de Soria, San Saturio, el calendario festivo sigue su curso en la ciudad, que ve cómo las calles se llenan de gente, sobre todo muy joven, para disfrutar del buen tiempo,una vez que los rigores del otoño no se han notado.
Los espectáculos y actividades previstas por el Consistorio siguen su curso normal. Así, en la calle José Luis Palomar en horario de mañana y tarde, parque infantil ha abierto a la diversión de los más pequeños mientras que en el mediodía la comparsa de gigantes de cabezudos ha visitado el barrio del Calaverón con las consabidas carreras y griterío de los escolares. La comitiva ha contado con la música de dulzainas interpretada por los con los gaiteros de la Escuela Municipal de Dulzaina San José, en una gira que tocaba esta vez por El Calaverón.
A las 13.30, en la plaza de San Clemente, un lugar conocido como El Tubo, el grupo de folklore Candeal ha ofrecido un concierto donde se ha dado un repaso a los compases tradicionales castellanos, con una pequeña introducción hablada a cada una de las piezas ejecutadas, algunas de ellas con letra pícara e ingeniosa. Los intérpretes han mostrado su arte y su profesionalidad sobradamente ante los cientos de personas que han disfrutado de los treinta años de experiencia de este grupo.
Por la noche, la música ha tornado hacia ritmos más actuales, con un concierto del grupo Despistaos en la plaza Mayor. Sus cinco miembros han dado un repaso a la vida de su grupo fundado en 2002. Desde entonces, la banda de Guadalajara ha grabado siete discos, algunos de los cuales recopilatorios, y en los cuales han contado con figuras reconocidas del panorama de la música pop y rock del país.