La subdelegada del Gobierno en Soria, María José Heredia y el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Manuel López Represa, han entregado este miércoles, 21 de noviembre, los diplomas acreditativos de la realización de un curso para el manejo de desfibriladores y técnicas básicas de reanimación, que se viene realizando en la Comandancia de la Guardia Civil destinado a los agentes. Estos cursos, que imparte la instructora del Instituto y alférez enfermera Pilar Adrián, cuentan con el aval de la Junta de Castilla y León, a través del Instituto de Ciencias de la Salud de Castilla y León (IECSCYL)
Inicialmente, la formación estaba destinada únicamente a 80 agentes y se circunscribía al manejo de desfibriladores. Pero, dado el interés en que los guardias civiles conozcan las técnicas básicas en reanimación cardiovascular, se va a hacer extensiva a toda la plantilla de la Comandancia de Soria, unos 500 agentes. Los cursos, que son de 8 horas, se han planificado en grupos de 8 alumnos.
Son, sobre todo, prácticos, y enseñan los pasos que hay que seguir ante una urgencia. Se da especial importancia al manejo del desfibrilador, un aparato que cada vez está cobrando más importancia en nuestra sociedad, y que cada día más personas saben usar. Soria ha dado, en este sentido, muchos pasos gracias a la labor pionera de la Fundación Científica Caja Rural.
Según ha destacado la subdelegada del Gobierno, en muchos siniestros en los que está en riesgo la vida de las personas, los guardias civiles son los primeros en acudir. El que conozcan o profundicen en las técnicas básicas de reanimación para mantener con vida a los afectados, hasta que lleguen los servicios sanitarios, es lo suficientemente importante como para felicitar a la Comandancia por esta iniciativa, a la Delegación Territorial de la Junta y a su Instituto de Ciencias de la Salud por su colaboración. Esta acción formativa comenzó hace más de un mes y se prolongará durante el próximo año.
El delegado territorial, Manuel López, ha resaltado que el Instituto es una fundación dependiente de la Consejería de Sanidad, con sede en Soria y competencia en toda la Comunidad, aunque también realice actividades en otras comunidades y fuera de España. Entre los fines fundacionales del Instituto destacan la investigación, clave para el Sistema Público de Salud de Castilla y León y uno de los objetivos del programa del presidente Herrera, y la formación sanitaria, ámbito que hoy nos ocupa, y que realiza a través de la Escuela de Urgencias y Emergencias de Castilla y León, adscrita a este Instituto. En lo que llevamos de año, desde el Instituto se han realizado más de 200 cursos formativos y, buena parte de ellos, han sido dirigidos a la población en general y primeros intervinientes, como bomberos, Guardia Civil, policías locales, etc., ha manifestado el delegado.
La iniciativa de formar a los agentes partió de la cesión por parte de la Fundación Científica Caja Rural de un desfibrilador, concretamente el que estaba ubicado en la oficina de la calle de Las Casas, que había sido víctima de varios actos de vandalismo. La Guardia Civil consideró que sus miembros deberían ser los primeros en saber utilizarlo, no solo para los casos que pudieran producirse en las inmediaciones del edificio de la Comandancia sino también en aquellos avisos en los que se indicara que podría haber alguna persona con parada cardiaca.
Ya en el mes de abril de este año, la Fundación había donado a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de la capital otro desfibrilador con el fin de seguir extendiendo esta red y que la ciudad pueda presumir de estar cardioprotegida.