La dirección de Norma ha explicado que la decisión del Juzgado aplaza la posibilidad de reducir plantilla, a la espera de que acabe el plazo de la administración concursal, es decir, hasta febrero de 2012. La empresa entiende que el Juzgado no rechaza la cuestión de fondo, sobre las razones que llevan a la multinacional a pedir la extinción de empleos.
La dirección de Norma avisa de que el retraso de los despidos pone en riesgo la viabilidad de la fábrica de puertas y el cobro de nóminas, puesto que no hay suficientes ingresos para afrontar el pago a todos los trabajadores; lo que implicará un estrangulamiento de una tesorería ya muy dañada. Asimismo, la empresa apunta que el aplazamiento del expediente de los despidos no ayudará, en nada, a la entrada de nuevos inversores, ante una plantilla sobredimensionada.