Ólvega ha despedido sus fiestas patronales en honor del Santo Cristo con la Cruz a Cuestas dejando atrás a otros cinco días de festejos en un calendario en el que toda la localidad ha podido divertirse. Ha habido desde teatro y atracciones para niños hasta festejos taurinos al uso, encierros, recortes de reses bravas y charlotada popular pasando también por grandes verbenas para las que el Ayuntamiento ha tenido negociar para conseguir un buen nivel pese a haber reducido presupuesto municipal.
En la jornada del 18, las calles adyacentes a la Plaza España de la localidad se han llenado de cazuelas y ollas para cocinar, con fuego de leña, las viandas del estofado de carne de toro con alubias. Todo bajo las manos y la tutela de la familia Pardo, también de Ólvega, encargada desde hace tiempo de este cometido.
Y también como es habitual, los quintos del año, han sido los encargados del reparto de la comida, recorriendo las varias e interminables hiladas de mesas que en paralelo se han instalado en toda la Plaza España, antigua plaza mayor del pueblo.
Por familias o entre conocidos, pero principalmente entre las peñas, se ha celebrado un banquete multitudinario donde el colorido de las indumentarias de los peñistas y las guirnaldas colgando entre los extremos de la plaza han puesto un toque alegre a unos días que, a buen seguro, concluyen con tristeza para muchos y no se repetirán hasta el año que viene.