Así lo ha señalado el presidente de la Diputación, Antonio Pardo, que ha repetido que existen fórmulas para que las residencias de El Royo y Navaleno continúen, puesto que ya existen otros centros similares en la provincia que funcionan bien. Sin embargo, Pardo recordó que la institución provincial tiene, en este momento, el objetivo de hacer cumplir el acuerdo firmado con los sindicatos, con la hoja de ruta establecida. Un acuerdo que pasa por la reubicación de todos los trabajadores fijos de las residencias de El Royo y Navaleno en los otros dos centros de Ágreda y El Burgo.
Respecto a las críticas lanzadas por Comisiones Obreras, que ha insinuado que el acuerdo lo cocinó la propia Diputación, Pardo se limitó a señalar que no quiere entrar en esas cuestiones, y que las organizaciones sindicales y sus responsables son mayores para saber qué tienen que hacer, lo que han hecho, y qué han firmado. No se obligó a nadie, concluyó Pardo, que apuntó que el acuerdo lo firmaron los cuatro sindicatos del comité.
Sí reconoció el presidente que la tarea de la reubicación de los trabajadores no será sencilla, pero señaló que, en este momento, y con el grado de ocupación que hay, los dos centros de Diputación pueden absorber toda la plantilla fija sin mayores problemas.
Pardo no entró a la consideración de qué ocurrirá si trabajadores fijos de las residencias de Navaleno y El Royo prefiriesen quedarse, pasando a la empresa privada, si se mantienen abiertas. El presidente explicó que es una cuestión personal, que requeriría la petición de una excedencia, en su caso.