La Fundación Aranzadi va a llevar a cabo voluntariamente los trabajos de exhumación que incluyen médicos, arqueólogos forenses, arqueólogos, antropólogos y documentalistas. Después de la retirada de las ayudas de la mal llamada Ley de Memoria Histórica, la ASRD solicitará ayuda económica a administraciones y organizaciones, especialmente para sufragar los gastos inevitables de desplazamiento, manutención y alojamiento de los técnicos, así como los gastos derivados de las pruebas genéticas de identificación. Recuerdaron este domingo 23 de junio, que una persona anónima donó para este fin a la ASRD 2.000 euros, tras escuchar en los medios la falta de financiación para los trabajos. A pesar de no querer protagonismo, la ASRD mostró a esta persona su sensibilidad y apoyo altruista.
Tras la exhumación de los cuerpos en Barcones, los restos mortales serán llevados a la Universidad del País Vasco para realizar allí las necropsias, estableciendo la causa de las muertes, un completo análisis forense y la extracción de material genético para contrastarlo con el de los familiares e identificar individualmente con ello a cada una de las víctimas.
Posteriormente, se realizará un pequeño homenaje donde los cuerpos serán entregados a sus familias para que procedan a su reinhumación como ellas consideren. En el caso de las víctimas que no dejaron descendencia y de quienes no existen familiares vivos, la ASRD enterrará sus restos en una tumba cedida por el Ayuntamiento de Barcones para tal efecto.
A lo largo de cinco años de investigación de la ASRD en el caso de los asesinados en Barcones y desde el momento de su desaparición, por parte de la familia Cabrero, en el caso de los asesinados en Fuentebella, han podido conocer a las personas que se encuentran en las fosas comunes.