El pago de productividad variable de las unidades de gestión clínica es un señuelo para que los sanitarios se sumen a ellas, según el sindicato de enfermeras SATSE.
El Sindicato de Enfermería, SATSE, de Castilla y León critica que la Consejería de Sanidad utilice la productividad variable, que se puede pagar a los profesionales que trabajan en las dos experiencias piloto de unidades de gestión clínica que funcionan en los hospitales de Valladolid y Zamora, como un señuelo para conseguir que otros profesionales sanitarios se adhieran voluntariamente a participar en esta nueva forma de gestión.
La Consejería de Sanidad presentará el jueves 12 de septiembre en la Mesa Sectorial de Sanidad, la Orden por la que se autorizará el pago de productividad variable, a los profesionales que han participado en las unidades de gestión clínica que funcionan en el Hospital Virgen de la Concha de Zamora y en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
Es significativo que se plantee ya ese pago a los profesionales, cuando los borradores que se han presentado de la normativa futura que regulará estas unidades de gestión no incluyen el cobro de incentivos, durante el primer año de funcionamiento de las mismas, por lo que SATSE considera que la Consejería trata de atraer a los profesionales sanitarios, para que decidan participar en ellas voluntariamente y cuando, además, no está aún claro que finalmente, cuando pasen dos años de funcionamiento de estas formas de gestión, dichos profesionales vayan a percibir incentivos por participar en ellas.
Asimismo, tampoco está claro que se vayan a cobrar esos incentivos porque siempre estarían sujetos a cumplimiento de objetivos, a disponibilidad presupuestaria, ahorro en el gasto de esas unidades, etc.
Además, SATSE pone de manifiesto que en el caso de la unidad de gestión clínica que se ha puesto en marcha en el Servicio de Psiquiatría del Virgen de la Concha de Zamora, este cambio de gestión ha supuesto que se hayan eliminado 8 puestos de trabajo y 24 camas de hospitalización, lo que hace preguntarse al Sindicato de Enfermería si el cobro de incentivos sale de la reducción de personal y de camas, y si esos incentivos se van a producir a coste de recortar en asistencia.
SATSE también critica las diferencias de retribución que supone esta productividad entre unos profesionales y otros de los que participan en estas unidades: el coordinador podría cobrar 8.000 euros al año por ello, un médico 6.400 y una enfermera percibiría 2.400 euros. Si como se ha afirmado desde la Consejería, se trata de un trabajo en equipo, no se entiende esa disparidad de cifras.
SATSE ha iniciado una campaña de recogida de firmas de profesionales que estén en contra de este modelo de gestión nuevo que quiere implantar la Consejería de Sanidad.