OPINIóN
Actualizado 14/08/2013 10:14:04

El principio de la peatonalización de Mariano Granados fue un túnel que venía a costar algo menos de 500.000 euros. ¿Modernizaremos la ciudad? ¿Revitalizaremos la actividad comercial?

El intento de débate que se ha generado estas últimas semanas acerca de la conveniencia o no de construir un tunel bajo la plaza de Mariano Granados, me ha hecho pensar en el TEATRO DEL ABSURDO. Se caracteriza esta corriente teatral por sus tramas, alejadas de la lógica "común" y que carecen de significado, por sus dialogos repetitivos y por una falta de secuencia dramática que a menudo crean una atmósfera onírica que hace estas obras tan especiales.

Y pienso en una gran pecera llena de piedras coralinas y barquitos de pega en la que, felices y deseosos de entrar en la modernidad, viven y nadan como peces los ciudadanos de Soria. Hasta que un buen día, los peces más gordos y que parececían mas avispados (detrás iría el resto), se estampan contra el grueso vidrio que delimita su espacio, y abriendo los ojos como besugos, descubren que están encerrados en una pecera. ¡Qué lástima! ¡Parecía tan bonito! Pero resulta que al final del trayecto, junto a la luz, NO HAY TÚNEL.

Y es que la historia del túnel es tan absurda que era imposible que se concretase en algo real. El principio de la peatonalización de Mariano Granados fue un túnel que venía a costar algo menos de 500.000 euros. Como el ayuntamiento no disponía de esa cantidad para construirlo, nuestro alcalde propuso construir dos aparcamientos y que pagase su construcción la empresa adjudicataria. El ayuntamiento solo tendría que pagar el desvío de servicios que posibilitara la construcción de los aparcamientos y que ascendía a ¡¡¡675.000 euros!!! Y nadie salvo IU fue capaz de decir nada.

El tono absurdo iba in crecendo cada día era más evidente que el túnel no fructificaría. Y efectivamente, en encuentros posteriores, el presidente de FOES junto con el entonces representante de ASOHTUR expusieron (se supone que representando a sus afiliados, aunque a mí siempre me cupo la duda) su negativa a que se construyese el túnel. Nuestro alcalde, como lo que le interesaba era construir los aparcamientos, accedió. Y en esas estamos: no tenemos túnel, pero el ayuntamiento ya ha pagado 4 veces lo que hubiese costado construirlo.

Vivir para ver. Repaso mis apuntes y leo que la incoherencia, el disparate y lo ilógico son también rasgos muy representativos de estas obras (de las del absurdo, aunque también pudiera aplicarse a las de los párquines) Un par de años después, aparece el representante de FOES pidiendo a grito pelado el túnel. Tambien el PP, que durante todo el proceso ha estado cobarde, cabizbajo y perdido, se suma al coro de lamentos y pide un túnel. La realidad soriana es puro teatro. En este caso del absurdo.

También IU se ha sumado tímidamente al club de los tuneldemandantes. Desde un principio hemos manifestado nuestra oposición al proyecto de construcción de dos aparcamientos en el centro de Soria. Pero al observar el cariz que tomaba el asunto, llegue a espetar en una comisión: "construir los dos aparcamientos y no hacer el túnel es como construir la Torre Eiffel sin ascensor".

Muchos ven el Teatro del Absurdo como unas obras sin explicaciones lógicas y sin sentido. Puro desasosiego. Lo mismo me sucede a mí cuando pienso en las obras de estos párquines absurdos.


Lo interesante del Teatro del Absurdo es que no da las respuestas que esperamos. ¿Las obtendremos con nuestras particulares obras del absurdo? ¿Modernizaremos la ciudad? ¿Revitalizaremos la actividad comercial?

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