Ante la reunión este lunes 24 de junio en Luxemburgo de la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, con la finalidad de intentar alcanzar un acuerdo sobre la Reforma de la PAC 2014-2020, desde la Unión de Campesinos de Castilla y León, (UCCL) han pedido al titular del MAGRAMA, Miguel Arias Cañete, el máximo esfuerzo para que la reforma de la PAC se ajuste a la situación productiva del sector en España.
Así, en función de estas conversaciones donde se juega el futuro del sector agrario español y, en particular, el castellano leonés, demandaron a la representación española en dicha reunión que lleve a convencer al resto de ministros de Agricultura de la UE, a la CE y al PE, para que, en caso de aprobase la Reforma de la PAC, su contenido se ajuste lo más posible a la realidad productiva de nuestro territorio, al objeto de evitar el trasvase de fondos entre perceptores, sectores y territorios.
Desde esta organización, consideraron como imprescindible que en el texto que se apruebe, al menos, se contemple, entre otros, diferentes aspectos para definir claramente quiénes serán perceptores de las ayudas directas de la PAC que, según su opinión, no pueden ser otros que los agricultores y ganaderos que realicen la actividad agrícola y ganadera como principal.
Así, en sus demandas abogaron por evitar por todos los medios que se aplique el grado de conversión interna que plantea la CE, debido a la diversidad productiva agraria existente, tanto a nivel estatal como regional, para ello se apuesta por que se otorgue a los Estados un grado de flexibilidad suficiente, para que puedan aplicar dicha convergencia sobre la realidad productiva territorial, en definitiva evitar por todos los medios la aplicación de la tarifa plana.
Tomando como referencia la superficie que ha venido percibiendo el pago único, y de cara a aplicar el nuevo régimen de pago básico, se mostraron favorables también se aboga por que la superficie admisible, a efectos del nuevo régimen de la PAC, se limite a la superficie de cultivo y la forrajera con carga ganadera.
Otro de los puntos que reclamaron pasaba por determinar el período de referencia a tener en cuenta en la nueva PAC 2014-2020, estableciendo para ello uno o varios años anteriores al 2014.
Además, solicitaron destinar una partida económica suficiente en concepto de pagos acoplados, es decir, vinculados a la existencia de producción, al objeto de corregir deficiencias existentes en la propuesta de la Reforma de la PAC, en especial, en lo que al colectivo ganadero se refiere, cuando carece de superficie.
En cuanto al componente verde o greening, apostaron para su cumplimiento por medidas sencillas y adaptadas a la diversidad productiva, sin que ello suponga una mayor carga administrativa y económica para el colectivo agrario.
Igualmente, se mostraron favorables por el mantenimiento del sistema de cuotas de producción en los sectores del azúcar y lácteo, así como los derechos de plantación de viñedo y también por el establecimiento de mecanismos para equilibrar la cadena alimentaria, ya que en la actualidad, la posición de dominio que ejerce la industria y la distribución sobre el sector primario, no puede prolongarse por más tiempo.
Así mismo significaron la necesidad de constituir procedimientos claros y rápidos, para que se pueda intervenir en situaciones de crisis, pues con la desregulación y la liberalización no se consigue la estabilidad que el sector demanda.
En el último punto de las reclamaciones, exigieron que se contemple dentro del Reglamento de Desarrollo Rural el cese anticipado de la actividad agraria, al objeto de propiciar la incorporación de agricultores jóvenes al sector agrario. Por ello manifestaron su oposición a que se amplíe el período de la regla n+2 a n+3, pues es claramente perjudicial para el colectivo agrario, al poner en manos de las Administraciones un instrumento que posibilita el retraso, aún más, del pago de las ayudas concedidas, por diversos conceptos, a los agricultores y ganaderos.