Los dos máximos representantes de CC OO y UGT, Ana Romero y José Javier Gómez han comparecido en la mañana de este viernes 26 de abril para dar cuenta de la problemática existente en materia de la salubridad de los empleos ante el Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo que tiene lugar este domingo. Ambos han manifestado el recuerdo de sus organizaciones hacia quienes han sufrido alguna lesión desarrollando su cometido laboral.
Las organizaciones sindicales han mostrado datos sobre siniestros, en 2012 se produjeron 3.246 por los 3.959 del año anterior, lo que se debe, según las organizaciones sindicales a que los trabajadores prefieren continuar en su puesto pese a no encontrarse en las condiciones necesarias para desarrollar su labor y también a que la crisis económica ha hecho descender el número de personas empleadas.
Así, también cabe señalar que hasta el pasado mes de marzo se cuantificaron 232 accidentes laborales, siendo todos de carácter leve
Romero denunció que los empresarios reducen gastos en salud para sus plantillas, y saliendo en defensa de las condiciones de trabajo, afirmó que precariedad es igual a siniestralidad. También señaló que las bajas laborales no son ejercidas por los trabajadores por el miedo a perder su empleo, lo que tiene incidencia en la productividad.
En este sentido, incidió en la posibilidad que sean las mutuas de trabajo quienes concedan las bajas por contingencias comunes en una posibilidad que hará que los trabajadores se sientan coaccionados pese a su estado de salud, manteniéndose en su puesto de trabajo. Así mismo, refirió a que el descenso de número de accidentes se ha producido por la disminución de profesiones que mayor riesgo entrañan
Por ello exigió control para las medidas de seguridad y salud en el trabajo, un seguimiento que debe efectuar la Administración y la propia patronal, con el fin además de evitar los riesgos psicosociales que están latentes en multitud de personas. Un problema que se solventaría si se efectuase una acción preventiva conveniente, por lo que desde los sindicatos se está llevando a cabo un plan de asesoramiento para mejorar la formación, tanto de trabajadores como de los propios empresarios.
En su turno, el secretario general de la UGT en Soria explicó que los recortes económicos se trasladan a la inseguridad en el puesto laboral, por lo que surgen preocupaciones entre los trabajadores. Por ello hizo un llamamiento a todos los agentes implicados en el tema e insistió en los accidentados en el trabajo que sufren en sus propias carnes este tipo de siniestros.
Así, continuó diciendo que las condiciones de los contratos actuales no se diferencian entre temporales y fijos, lo cual incide en la seguridad, añadiendo que las enfermedades profesionales se clasifican como enfermedad común. Algo que se añade a la nueva normativa laboral, por la cual el trabajador tiene que cuidar muy mucho de no acumular bajas.
Con las estadísticas en la mano, Gómez subrayó que el 40% de las empresas no cumplen o no realizan la formación conveniente para evitar accidentes en la actividad, y el 20% no disponen de un informe de evaluación de riesgos laborales mientras que el 40% de los siniestros investigados están en empresas que incumplían las normas de seguridad. Con ello aludió a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en cuyos informes se asegura que la inversión de un euro en seguridad se traduce en 2,2 en productividad. Aquí reseñó Comunidades como Valencia, Cataluña y La Rioja que no han invertido un solo euro en esta materia.