La Pasión de Soria, única de Castilla y León en seguir la Pasión cronológicamente

Por las calles de la capital soriana desfilan en procesión quince pasos procesionales que, aunque sin el valor artístico de los portados en Valladolid, también tienen su valor histórico. Entre ellos destacan los pasos procesionales del Ecce Homo, el Santo Cristo del Humilladero, el Calvario de los Florines y el Lignum Crucis, todos ellos datados en los siglos XVI y XVII.

La talla del Santo Cristo del Humilladero, del siglo XVI, constituye un buen ejemplo de la imaginería de la época, a tamaño natural. Posee influencias de Juan de Juni que, junto con Picardo, trabajó en el retablo mayor de la catedral de El Burgo de Osma.

Otro crucificado, el Cristo de la Piedad o de los Florines, es una de las grandes obras artísticas de la Semana Santa soriana. Pertenece a un tipo habitual de calvario, que coronaban los retablos de finales del siglo XVI, y se corresponde con la corriente denominada romanista. También de finales del siglo XVI es la imagen de Jesús sentado en la columna. Presenta cierto dinamismo clasicista y por su estilo y datación podría ser obra de Juan de Artiaga, escultor con taller en El Burgo.

Las cofradías volverán a reunir esta Semana Santa unos dos mil cofrades. Todos ellos tendrán otra cita este año. Será el 2 de abril, con motivo del Año Santo de la Misericordia, convocado por el Papa. La Delegación de Cofradías de la Diócesis de Osma-Soria ha editado este año un díptico dirigido a los cofrades sorianos, de cara a la Semana Santa, con la intención de resaltar valores o actitudes religiosas de estas hermandades, intentando ayudarles en su desarrollo cristiano.

Desde diciembre de 2015 hasta noviembre de 2016, la Iglesia está viviendo el Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Coincidiendo con este Año Santo, los cofrades sorianos podrán ganarse el jubileo el próximo 2 de abril, el sábado siguiente al Domingo de Resurrección. Para ello están citados en la iglesia del Carmen, desde donde bajarán en procesión hasta la concatedral de San Pedro. El Año Santo o Jubilar es tradicionalmente un año de perdón y reconciliación.

La ayuda al prójimo también estaba muy presente en las actividades de las cofradías, ya que destinaban parte de sus rentas a proporcionar comida, ropa y medicinas a pobres y enfermos. Igualmente, algunas de ellas daban posada a los peregrinos atendiendo albergues y hospederías. Y también algunas incluían en sus estatutos el rescate de cautivos de tierras musulmanas y la obligación de sacar de prisión a los cofrades presos por deudas.
El origen de las cofradías sorianas se remonta al siglo XIX, aunque ya desde el siglo XVI en Soria, al igual que en el resto de Castilla, está documentada la existencia de las cofradías penitenciales, de origen gremial, en las ciudades, villas y pueblos de esta tierra.