María, en la música de Kiko Argüello, paraliza la Concatedral

Ave María. La Madre de Dios cubrió con su gracia todos los aledaños de la Concatedral de San Pedro. A la figura bíblica, y a su sufrimiento en la Cruz, se encomienda Kiko Argüello, quien ha inspirado la creación de la orquesta y el coro del Camino Neocatecumenal, la fe de más de un centenar de personas que buscan eximir sus pecados. Lo hacen a raíz de la música, tan divina como cautivadora. Todos estos músicos, discípulos de Argüello en esa orden musical, dejaron bocabierta a Soria con su interpretación de ‘El Sufrimiento de los Inocentes’, partituras conocidas y bendecidas –por el Vaticano, concretamente, – a nivel mundial.

La calle Real y la subida desde el Puente de Piedra de Soria quedaban cortadas sobre cualquier paso. Se olía, se presentía, se cocinaba un asunto musical de mucho calado. Más tarde, sobre las 17:30 horas, retumbaría en la Concatedral. Soria tardará en verse en otra igual. Se desplegaban los paraguas para resguardarse de la solana que caía a primera hora de la tarde. Largas colas precedían a un espectáculo único. Peinetas, una negrura impoluta en la vestimenta. Abanicos y botellines de agua. Todos esos elementos, y más, se congregaban delante de la Concatedral de San Pedro. Pedían paso. Y al fondo, ya no había sitio. El espacio eclesiástico presentaba aforo completo.

El discurso de los ‘Inocentes’, con fe

‘In situ’, antes de presentar el saludo y la oración de Monseñor Abilio Martínez, realizó su discurso Carlos Martínez, alcalde del consistorio capitalino. Destacó que Soria es “una tierra de muchísima historia. Tierra de Numancia”. Subrayó también que desde el órgano público “trabajamos mucho día a día” porque “Soria sigue viva”. Se acercó Martínez a las ¿culpas? De los ‘Inocentes’ explicando que “sigue habiendo muchas desigualdades”. Así es la vida… Dio como solución “seguir forjando alianzas”. Martinez se bajó del estrado y le realizó una semi-reverencia a Rouco Varela, colocado en primera fila. El cardenal recibió miles de flashes a su llegada a San Pedro.

Antes, fueron presentando a las autoridades ahí presentes. Yolanda de Gregorio, Subdelegada del Gobierno, por ejemplo, saludaba y posaba feliz con Martínez. “Que nos llevamos bien, ¿eh?”, apuntaba la del PP sobre el del PSOE. Por otra parte, fuera, frente a la Concatedral, una gran pantalla aunaba a miles de residentes del Mundo que no pudieron estar presentes dentro.

Era el turno de palabra para Kiko Argüello. En sus anunciados, había que predicar con el ejemplo, hizo hincapié, con fervor, a los ‘Inocentes’. Denunció que “siguen matando niños en Europa”. Atacó a los incestos, ya que “hay niñas que no pueden defenderse”. Eso estaba bautizado como “violencias inauditas”. “Perdonad que me excuse”, se anticipaba. “¿Es un bien intentar componer música?”. Iba entrando en materia, recurriendo a la filosofía. Contradijo a Nietzche, severo con sus críticas a Dios. “¿Después del horror de Auschwitz ya no se puede creer en Dios?”, se preguntaba Argüello. Y quiso decir que sí con un “La Virgen María también sufrió en la Cruz”. Empezaba la música, con Tomas Hanus a la batuta. María, Madre de los católicos, acompañaba a la celebración sinfónico-catequética.