Carta al director de María Jesús del Río sobre la charla que Josep Pàmies ofrecerá mañana en el Círculo Amistad Numancia
Hace unos días leí una noticia de un niño diabético canadiense que había muerto porque sus padres "no creían en la medicina" y no le administraron tratamiento alguno. Los padres han sido condenados por asesinato en primer grado.
Poco después vi que Josep Pàmies va a dar una charla el jueves 9 de marzo en Soria, para hablar de sus "plantas medicinales", entre otras la Stevia rebaudiana, planta que él promociona como la cura para la diabetes, cuando la diabetes de momento solo es posible combatirla manteniendo a raya los niveles de glucemia con dieta, ejercicio e insulina, ya que la cura no se ha encontrado aún.
En las charlas de Josep Pàmies podemos escuchar cosas como que la medicina no quiere curar, sino cronificar, y que hay productos como el MMS (clorito de sodio, un blanqueante industrial, una lejía) que cura desde el ébola o la tuberculosis, hasta el cáncer o el autismo. Producto del que las autoridades sanitarias han emitido un aviso por su toxicidad.
Pàmies es capaz de decir sin ruborizarse, que los virus del VIH o de la Hepatitis C no existen, pero que él cura el SIDA con Artemisia annua y, por supuesto, MMS. También dice que las vacunas causan autismo, a pesar de que el único estudio que relaciona ambas cosas resultó ser fraudulento y que sus resultados habían sido falsificados y a su autor, Andrew Wakefield, se le retiró la licencia para ejercer la medicina debido a este escándalo.
Pàmies también afirma que la Kalanchoe daigremontiana es más eficaz que la quimioterapia para curar el cáncer, afirmación para la que no aporta prueba alguna, porque dichas pruebas no existen. Hoy por hoy, los únicos tratamientos existentes para el cáncer son quimio, radio y cirugía.
Y, obviamente, él vende todas esas plantas en su tienda online, en la que puedes filtrar por dolencia y te da la hierba recomendada, porque aunque vaya por ahí de buen samaritano queriendo "ayudar", no es ninguna ONG: Se lucra con esto, es su negocio y en las propias charlas monta un chiringuito ambulante e ilegal en el que te vende sus maravillosas soluciones (algunas también ilegales).
Y no, Pàmies no es alguien que quiera vender sus plantas medicinales y ayudar a la gente, es un vendedor de crecepelo de los de antes, de los que te vendían remedios que "funcionaban", pero que no funcionan. Aunque en este caso es incluso peor, ya que te siembra dudas sobre el funcionamiento de la medicina, la única que hasta ahora ha demostrado su eficacia, y se aprovecha del miedo de gente desesperada con enfermedades graves, a los que puede incitar a dejar su tratamiento llevados por sus falsas promesas de sanación.
Y este señor, el jueves día 9, va a estar proclamando sus mentiras en Soria, y quién sabe si luego no tendremos que lamentar otro caso como el del niño canadiense con el que abría este artículo. Y para entonces será demasiado tarde.