Los médicos interinos de Primaria amenazan con una huelga y advierten de las deficiencias la Sanidad rural

Que la sanidad en la provincia no pasa por su mejor momento parece algo obvio. El 2018 comenzaba movidito en Soria. En la zona sur, concretamente en el área de salud de Arcos de Jalón, los vecinos y alcaldes de varios municipios exigían una solución a la reducción de los días de consulta del servicio de Pediatría. Una situación desencadenada por la baja maternal de la pediatra titular. En el área de salud de Pinares y Covaleda sucedía algo prácticamente calcado. Una baja desde Navidades ha reducido la atención a los niños de la zona en un 50% pasando de dos días de consulta a uno, lo que provocaba una campaña de recogida de firmas por parte de los vecinos de los seis municipios afectados.

Pero no solo el servicio de Pediatría ha sufrido recortes, también ha sucedido con las Urgencias rurales. El caso de Medinaceli llamaba la atención por ser una zona que concentra tradicionalmente un elevado número de accidentes de tráfico. A finales de enero se conocía que no cuenta con el equipo de atención completo porque carece de enfermero durante la noche.

EL DECRETO DE LA DISCORDIA

La situación podría agravarse si se materializa la amenaza de huelga de los médicos interinos del ámbito rural. El motivo es el nuevo decreto anunciado por la Junta de Castilla y León que modificará su régimen jurídico, convirtiéndolos en estatutarios, lo que significa que perderían su condición de funcionarios. Los profesionales señalan que con este cambio no sólo saldrán afectados ellos, también los usuarios, pues la Consejería de Salud podrá disponer libremente de sus plazas pudiendo redistribuirlas o amortizarlas.

El número total de afectados es de 753. Ellos son los médicos funcionarios interinos que trabajan en la Atención Primaria de la Comunidad. En Soria la cifra es menor, 22 en total, pero nada despreciable. De forma unánime, afirman que “llevan trabajando más de 20 años, incluso antes de que se creara el Sacyl actual, como médicos de cabecera en los pueblos de Castilla y León, cuando no existían centros de salud y permanecían las 24 horas en los mismos”. Ahora se muestran dispuestos a no consentir la “precarización de sus puestos”, aunque esperan que “todo se solucione antes de tener que ir a la huelga porque es lo último que queremos, lo único que pedimos es que nos dejen trabajar como siempre”.