Leishmaniosis

Leishmaniosis es el término utilizado para definir la condición de una enfermedad que está provocada por un parásito protozoario (la leishmania). En perros se categoriza por dos tipos de presentaciones: una cutánea y una visceral, siendo esta última la forma más grave de leishmaniosis. Algunos signos característicos son crecimiento exagerado de las uñas, perdida de pelo en los ojos, heridas en nariz o sangrado por esta, cojera, adelgazamiento progresivo y mal aspecto del pelo. La infección se adquiere cuando los mosquitos (Flebotomus spp) transmiten los parásitos de un perro enfermo a otro a través de una picadura. En animales susceptibles o debilitados, la infección se extiende rápidamente. Como estamos diciendo la enfermedad no se trasmite entre perros, es importante ser conscientes de que lo que contagia es un mosquito y puede pasar en cualquier lugar.

Es una enfermedad grave que detectada a tiempo tiene buenos tratamientos mejorando mucho sintomatología y calidad de vida pero no tiene una cura definitiva (aunque hay estudios inmunológicos sobre la creación de una vacuna en el animal afectado con resultados esperanzadores de una cura total). Una vez tratados se deben realizar controles periódicos para evitar recaídas.

La leishmania era un parasito típico de la cuenca mediterránea pero aquí en los últimos años está habiendo gran cantidad de casos. Los periodos críticos para contagiarse, en las zonas de alta prevalencia, van desde la primavera al otoño, siendo en nuestra zona mucho más crítica la época de otoño.Los mosquitos implicados se caracterizan por poseer una actividad nocturna y crepuscular, siendo particularmente activos al atardecer, al amanecer y durante la noche. La prevención es la forma más eficaz para la lucha. Hay collares y pipetas como repelentes, un jarabe y dos vacunas como inmunoterápicos en el mercado, pasa por tu veterinario e infórmate.