Luces, sombras (y riesgos) de la Met Gala

“Looking camp right in the eye” es uno de los tuits más icónicos de la historia y tiene que ver con el mayor evento de moda que se celebra fuera de las pasarelas. La Met Gala surgió como una cena benéfica en favor del Museo Metropolitano ‘Met’ de Nueva York, y desde que Ana Wintour, editora de Vogue, tomó las riendas, se convirtió en un evento mediático y exclusivo (la entrada cuesta unos 50.000$) que llena el museo de aún más obras de arte. Cada año, el tema lo marca la exposición que se vaya a instalar; algunas como ‘Heavenly bodies’ dejaron looks para el recuerdo, aunque mi favorita es ‘Camp: Notes on fashion’ de 2019.

El camp es una estética basada en la exageración, la ironía y lo artificial, con un punto hortera y mucha performance de por medio. Está ligado a la contracultura y al movimiento LGBT+. Pero si por algo se caracteriza la Met Gala es por la mayoría de invitados saltándose el tema, así que ese año se pusieron lo más aburrido que encontraron. Unos cuantos lo hicieron genial, otros se arriesgaron -igual demasiado, como Katy Perry vestida de candelabro y de hamburguesa-, y algunos, como Karlie Kloss, tenían muy claro que lo habían clavado. Por eso, la modelo decidió subir el tuit “mirando al ‘camp’ directamente a los ojos”, generando un hype que se rompió en mil pedazos cuando se plantó en la alfombra roja con un vestido dorado, corto, recto y de mangas abullonadas negras. ¿Era arriesgado? ¿Era camp? No. Sólo era feo. Pero puede que hypear un otfit camp y plantarte con el vestido menos camp de la historia sea lo más camp del mundo. Y así fue como Karlie Kloss se convirtió en protagonista de todas las Met Galas, aunque no vaya.

Este año el tema ha sido ‘Sleeping Beauties: Reawakening fashion’ (Bellas durmientes: despertando la moda), con un dress code basado en ‘El jardín del tiempo’. Vamos, una oda a la naturaleza -estaría bien saber cuántos han llegado en jet privado-. Como ya nos conocemos, prometía florecitas sin arriesgar mucho y vestidos de princesa, pero tenía fe en que algunos de los looks de las bellas durmientes no dieran sueño. La verdad es que, entre muchas piezas de archivo, rememorando distintas etapas de la historia de la moda (que tampoco han sido especialmente rompedoras), hemos encontrado a quienes han jugado con el concepto del paso del tiempo y se han convertido en relojes de arena y también muchas propuestas florales pero con un toque vanguardista. Si es que es tan fácil como darle una vueltecita más.

Del evento se pueden hacer miles de críticas. ¿Por qué sólo nos molesta que las mujeres se salten el tema y no que los hombres lleven siempre un traje normal? ¿Es ético celebrar un evento dedicado a la ostentación extrema de las élites cuando hay tantos problemas en un mundo con cada vez más conciencia social? Últimamente se ha relacionado la Met Gala con ‘Los Juegos del Hambre’, por la moda excéntrica que lucen los habitantes del Capitolio, completamente ajenos a la realidad social de su país aun viviendo a costa del sufrimiento de los distritos. Y mientras Egipto pide la descolonización de los museos, Katy Perry se pasea vestida de hamburguesa al lado de una de una momia.