La paradoja de la Zona de Bajas Emisiones de Soria: Sin limitaciones al tráfico, pero con ‘Gran Hermano’ para los vehículos

El Ayuntamiento de Soria da un nuevo paso hacia la implementación de una Zona de Bajas Emisiones en el centro de la ciudad que podría ser una realidad durante el año 2026. Lo hace mediante la licitación en la jornada de este viernes de un conjunto de elementos logísticos como semáforos, sensores y señalización. En total, se han adjudicado por 548.493€ y con un plazo de ejecución de 6 meses.

En España hay unas 150 ciudades con obligación de instaurar estas Zonas de Bajas Emisiones, pero solo una veintena las tienen actualmente en funcionamiento, finalizado el plazo inicialmente previsto y la prórroga otorgada por el Gobierno. Por su población inferior a 50.000 habitantes, Soria no estaría obligada a tener una Zona de Bajas Emisiones algo que reconoce Carlos Martínez señalando que “No tenemos una obligación, pero si un compromiso cierto”.

A ese compromiso cierto, se suma el hecho de que la ciudad logró una partida de los Fondos Europeos de Reconstrucción destinada a la implantación de esta ZBE. Se da la paradoja de que Soria implementará el sistema, pero, en principio no realizará restricciones al tráfico. El operativo de 32 cámaras y puntos de control si permitirá a la ciudad monitorizar y entender mejor el tráfico, sancionar o localizar vehículos por otros motivos y, en un futuro, establecer limitaciones al tráfico si así se deciden.

El alcalde de Soria prometía hoy en rueda de prensa que “no va a haber grandes cambios” en lo que refiere a la “movilidad sustancial de la ciudad”. Explica Carlos Martínez que la idea es realizar una ordenanza que regule la ZBE buscando el “consenso” y que es algo que abarcará la práctica totalidad de la legislatura (termina en mayo de 2027).

Aunque todavía falten por definirse los detalles de la futura ZBE, Mínguez ha explicado que las limitaciones no afectaran a residentes o propietarios de garajes. Señala el líder socialista que la ZBE de Soria prácticamente equivale a toda la zona ya pacificada de la ciudad. Además, recuerda Carlos Martínez que existe consenso en torno a esta ZBE en base a un acuerdo aprobado por unanimidad la pasada legislatura dentro del plan marco para convertir a Soria en ciudad neutra de carbono para el año 2030.

Hay que recordar, como ha hecho Mínguez en rueda de prensa, que el pleno que aprobó por unanimidad esta hoja de ruta no contaba con concejales de Vox que son “negacionistas de todo”, señalaba. Los dos concejales de Vox en Soria son los que con mayor ímpetu se han opuesto a la Zona de Bajas Emisiones de Soria y el único partido de la oposición que se ha mostrado abiertamente contrario a esta propuesta.

¿Cómo será la ZBE de Soria?

El equipo de gobierno define la Zona de Bajas Emisiones de Soria como un tramo “continuo y delimitado” que incluye todas las calles colindantes a la Alameda de Cervantes, y el casco viejo de la ciudad delimitado por la calle Betetas y Postas en un lado y la antigua nacional 234 (zona de Santo Domingo) por el otro. En el otro sentido del mapa, delimitarán la zona la Cuesta Serena (curvas de la Arboleda) por un lado y la calle Santa María por el otro.

Desde el consistorio se explica que los vehículos que lleguen a estas zonas y no puedan entrar en la ZBE (aun no está definido cuales serán, aunque no se preveen restricciones importantes) podrán continuar la circulación hacia otros puntos de la ciudad rodeando el centro. Las calles inicialmente previstas son las siguientes.

P.° de San Andrés.

C/ Mosquera de Barnuevo.

P.° del Espolón.

C/ Ferial.

C/ Sta. María.

N-234.

Pl. San Pedro/Calle Nuestra Señora del Azogue.

C/ las Postas.

C/ San Lorenzo.

C/ Betetas.

C/ San Juan de Rabanera.

C/ Caballeros.

Plza. Ramón y Cajal.

Plza. Mariano Granados.

C/ Nicolás Rabal.

Estas zonas estarán controladas por 32 puntos de control, de los cuales 25 tendrán lectores de matricula y otros 7 serán simplemente de “contexto”, esto es destinados a grabar planos abiertos que mediante un estudio posterior permitan controlar la circulación de un vehículo en concreto. Además de recibir un uso para controlar esta Zona de Bajas Emisiones, las cámaras también podrán ser usadas para castigar otro tipo de infracciones o alertar de vehículos que esté buscando la Policía o la Justicia por cualquier motivo.

Los dispositivos deberán permitir la detección de vehículos en dirección contraria a la establecida, y correlacionar lecturas del mismo vehículo de forma que se pueda también calcular la frecuencia de entradas y calcular el tiempo de permanencia de los vehículos.