El proyecto que la empresa soriana REBI ha consolidado ya en Ólvega servirá de experiencia para colectivos y empresas que compartirán mesa en la capital española el próximo miércoles 16 de octubre.
REBI-Recursos de la Biomasa expondrá el proyecto de la Red de Calor de Ólvega como ejemplo de instalación sostenible en las Jornadas sobre 'Redes de Calefacción Urbana' organizadas por la Comunidad de Madrid y la Fundación de la Energía. Será el próximo miércoles 16 de octubre, en el edificio de la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la capital madrileña. La ingeniera técnica industrial de REBI, Virginia Borondo Molpeceres, detallará el proyecto soriano ante las empresas, organizaciones, colectivos y entidades españoles más expertas en redes de calefacción urbana bajo el título de 'Red de Calor de Ólvega, una realidad construida'.
Ólvega se convertía hace ahora diez meses en el primer municipio de la provincia de Soria, y de los pocos de España, en cambiar las energías fósiles por la biomasa para el suministro de agua caliente sanitaria y calefacción, situándose en la vanguardia en la utilización de energías limpias. Después de los estudios comparativos realizados por los profesionales de REBI sobre las facturaciones de cada una de las instalaciones, los usuarios han visto cómo sus recibos han disminuido en torno a un 20 por ciento respecto al año anterior en el que consumían gasóleo en los edificios. "La razón es sencilla, el consumo ha sido incluso algo más elevado que el año anterior porque el invierno ha sido más largo, pero aún así han ahorrado y esto se debe a que el precio del kilovatio generado por biomasa que nosotros suministramos es tres céntimos más barato que el que se genera quemando gasóleo, al final del mes se nota en la factura", explica el gerente de Amatex, matriz de REBI, Alberto Gómez Arenas. Ahora no sólo los usuarios han ratificado sus contratos a largo plazo, sino que otras tantas comunidades de vecinos han solicitado su conexión a la Red en Ólvega.
Ya sólo el ayuntamiento del municipio, que se gastaba anualmente 200.000 euros en calefacción y agua caliente de sus edificios, se ahorra un 15 por ciento con el nuevo sistema, además de reducir en torno a mil toneladas anuales las emisiones de CO2 a la atmósfera. Desde el hostal Los Infantes, Ángel del Campo, toma el pulso a la impresiones de los olvegueños; "vienen muchos vecinos y preguntan qué tienen que hacer para engancharse ellos. Ha habido un ahorro y nosotros estamos muy satisfechos, vamos a seguir, la valoración es muy positiva".
Borondo Mopeceres compartirá mesa con Miguel Ángel Armesto, de ADHAC, que reflexionará sobre 'El estado de las redes de calor y frío en España'. Tras la ponencia de REBI, Roberto Carramiñano de WOLF IBÉRICA basará su exposición en 'Las calderas de gas en redes urbanas de tamaño medio'. Desde THERMAFLEX, Javier Carmona, acercará al público todos los detalles sobre 'Tuberías preaisladas de polibutileno, la eficacia en el transporte energético'. Posteriormente 'La eficiencia e inteligencia en el intercambio energético', el 'Análisis a posteriori de redes de calor y frío existentes' y los 'Casos de éxito mediante sistemas LHD para microrredes' serán analizados en profundidad por la Universidad de Navarra, y las organizaciones XIAL y UPONOR.
La Jornada pretende promocionar y mostrar los aspectos técnicos y operativos de este tipo de tecnología, mediante distintas experiencias y casos prácticos relacionados con el tema. Entre los objetivos de la Dirección General de Industria, Energía y Minas y de la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid se encuentra el fomento del ahorro y la eficiencia energética. Dicho objetivo pude conseguirse con la conexión de los edificios a Redes de Calefacción Urbana.
Las Redes de Calor y Frío, en inglés, District Heating and Cooling (DH&C), son instalaciones en las cuales la climatización se distribuye por una red de tuberías, del mismo modo que se hace con el gas o con el agua. Desde una o varias centrales de producción de calor o frío, se realiza una distribución del calor y del frío, por medio de conducciones aisladas térmicamente, hasta los edificios donde un intercambiador proporciona las características (presión y temperatura) necesarias para las instalaciones de cada edificio. El intercambiador en estos casos hace las funciones de caldera o compresor en el caso del aire acondicionado. El fluido que ha perdido una parte de la temperatura, una vez completada su función de calentar o enfriar, vuelve a la central de producción para ser llevada a la temperatura adecuada y reenviada a la red.
Adicionalmente las nuevas líneas de actuación marcadas desde la Unión Europea a través de la Directiva de Eficiencia Energética 2012/27/UE requieren de un foro de información y difusión a las distintas instituciones y agentes del mercado de los servicios energéticos. La Comunidad de Madrid ha decidido fomentar y apoyar este tipo de redes, con la finalidad de conseguir economías de escala y ahorrar a todos los niveles, consiguiendo una reducción del Consumo energético y de mantenimiento y, al mismo tiempo, una reducción de emisiones de CO2.
El proceso es sencillo: de la central térmica sale una red cerrada de tuberías de tres kilómetros de longitud, que discurre enterrada por las calles y se conecta a cada sala de calderas de los edificios a los que se les suministra el calor. La tubería de ida trasporta agua caliente a una temperatura que ronda los 90 grados y la de retorno lleva de nuevo el agua fría a la planta donde se vuelve a calentar. La central térmica ofrece 9,2 MW de potencia. El consumo de biomasa se sitúa entre 1.000 a 1.500 toneladas anuales. "Nosotros aconsejamos a los vecinos que con el ahorro sustancial que han acumulado durante esta temporada, cambien algunas piezas obsoletas de su instalación, o que mejoren el circuito, es una gran oportunidad para las cuentas de una comunidad", argumenta Alberto Gómez.