Desde hace 11 años el otoño tiene un aroma y múltiples sabores en la provincia. El primero es el que desprende la Semana de la Tapa Micológica y los segundos dependen de los chefs que se alojan en las cocinas de los establecimientos que participan en la misma. Este año serán 40 y pondrán la excusa perfecta a salir de casa del 9 al 18 de noviembre.
La que ya es una cita clásica en el calendario gastronómico de Soria da su pistoletazo de salida. La XI Semana de la Tapa Micológica, organizada por la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo (ASOHTUR) se celebra del 9 al 18 de noviembre y continúa, aunque es cierto que de forma tímida, su expansión a la provincia.
Se trata de un ciclo que permitirá degustar 40 tapas diferentes, elaboradas con boletus, trompetillas de la muerte, champiñones, rebozuelos, trufa negra, seta de cardo, níscalos y otros hongos de los bosques y campos de la provincia. Y, aunque pueda parecer que en esto de las tapas está todo inventado, nada más lejos de la realidad. Esta Semana de la Tapa Micológica destaca por su “sabor internacional combinado a la perfección con múltiples trampantojos y otras curiosas elaboraciones”, señalan desde la organización. Basta con leer los nombres de las propuestas para convencerse de que no es una frase hecha; ceviche, bao, hoisin, micowonton,... Una invitación a viajar a través del sentido del gusto.
Este año, a pesar de lo atípico de la campaña en los pinares y prados de la provincia donde la escasez de ejemplares ha sido la tónica predominante, se espera alcanzar o, incluso, superar la cuota de ventas de la pasada edición (69.500 tapas), dadas las excelentes expectativas que año tras año genera esta campaña.
Yolanda Santos, presidenta de ASOTHUR, destaca dos aspectos que permiten hablar de “buena salud” de esta iniciativa. En primer lugar, apunta al “incremento en la calidad y especialización de las presentaciones” de cada uno de los establecimientos participantes. Un punto que repercute directamente en la segunda razón, la popularidad de la Tapa Micológica soriana que, “además de crecer, ha conseguido traspasar las fronteras provinciales y son muchos los turistas de Madrid o Zaragoza que preguntan por las fechas”, puntualiza Santos. Cada año, la Tapa Micológica consigue convertir a los núcleos que participar en este ciclo en focos turísticos. Así, en 2017, hasta los establecimientos participantes llegaban visitantes no sólo de la Comunidad; también de Madrid, País Vasco, Aragón y Barcelona elegían Soria por sus setas.
Para esta edición, cabe destacar que el 57,5% de las tapas que compiten este año en el Concurso Provincial optan al Premio de la categoría ‘Mejor Tapa Micológica Mediterránea’, que otorga la Fundación Científica de Caja Rural de Soria.
Además, el 32,5% del catálogo de raciones es apto para celíacos, cifra que se va incrementando edición tras edición con el fin de cubrir las necesidades y demandas alimentarias de los clientes. Aún así, la organización de la Semana recuerdan que “es importante cerciorarse en el propio establecimiento sobre los alérgenos que puedan incluir las tapas para descartar cambios de última hora”.
Finalmente serán un total de 40 establecimientos, 33 de Soria capital y 7 de la provincia, concretamente de Almazán, El Burgo de Osma, San Felices, Los Villares de Soria y, por primera vez en la historia de esta iniciativa, un establecimiento de Montejo de Tiermes. Respecto a estos últimos la presidenta de la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo pone en valor su apuesta por la iniciativa pues reconoce que “a los establecimientos de los pueblos, al contrario de lo que sucede en la capital, les cuesta animarse”. “Nuestra intención es hacer de esta Semana de la Tapa Micológica un evento que englobe a toda la provincia. De esta forma sería más fuerte y ganaríamos todos”, señala Yolanda Santos.
Para este año, la ‘Mejor Tapa’, que repetirá los 1.500 euros de premio, será elegida entre las diez mejores delicatesen seleccionadas por un jurado profesional. De igual modo, se mantiene el galardón más valorado por los establecimientos, el apartado de la ‘Tapa Popular’ (700 euros), donde son los clientes los que puntúan.
Además, en esta edición se pone también en valor el trabajo de los camareros pues habrá un reconocimiento especial al “Mejor servicio de barra”.
En la capital:
Hotel Alfonso VIII: Tronco de boletus y manitas y chupa chups crujiente de queso negro con trompeta de los muertos
Parador Antonio Machado: Chipirones rellenos con pepitoria de amanitas
Apolonia: Nube rebosante
Campos de Castilla: Torrija Micológica
Capote: Velero de cecina con boletus
Casa Arévalo: Micowonton
Casa Toño: Tartar de setas y bacalao
Cascante: Piruleta de hongos
Cazuelas, Tapas y Olé...: Aguja de Montes de Soria
Ecus: Pastel de boletus en su salsa
Alto de la Dehesa: Pato Pomme
El Corzo de Hotel Leonor Centro: Cigarros crujientes de pato y rebozuelo con salsa de naranja y trufa
El Fogón de El Salvador: La gallina de los huevos de oro
El Templo: Hongos, setas y carbón de mar
El Ventorro: Hot dog micológico
Garoa: Pasta fresca rellena a la marinera
Herradores: Papa en carbonara de clitocybe nuda
Iruña Plaza: Albóndigas de hongos y chipirones
La Capital: Maceta de boletus con pulled pork
La Cepa: Pollo pintón
La Chistera: Pedo de lobo
La Flor de Tapas: Cookies
La Isla: Pinar salvaje con boletus en flor
La Mejillonera: Tadeo Jones
La Posada: Copito de merluza
Más que 2: Ceviche de ahumados y amanita caesarea
Patata: Mico ensalada de escabechados
San Francisco: Terrina de ternera escabechada con crema de boletus
Santo Domingo II: Sabores del Valle
Taberna Mercedes: Bao de panceta con hoisin de boletus
Termancia: Mediterráneo
Trashumante: Brocheta de escabeches micológicos estilo Trashumante
Tribeca: Fósil
En la provincia:
Sabores: Gofre de torrezno con shitake
Villa de Almazán: Pasión con Peineta
Castilla Termal Burgo de Osma: Seta de cardo macerada, frutos del bosque y jamón
Virrey Palafox: Carrillera rellena de hongos
Los Villares: Ave que vuela, a la cazuela
Las Abadías: Nido de Monte
La Venta de Tiermes: Sierra Pela