Antonio Barranco y Ana Rosalía López se han enamorado de su cuadrilla y de su gente. Lo cuentan a Soria Noticias días antes de San Juan 2019.
Antonio Barranco y Ana Rosalía López son jurados por rotundo convencimiento, “si eres soriano tienes que ser jurado al menos una vez en la vida”, afirman ambos con contundencia. Y lo son en este 2019 porque “no somos mayores pero con los años que tenemos pensamos que podía ser ahora o nunca”. La decisión de dar el paso fue de la jurada, “siempre había sido más reacia porque o los niños eran pequeños o, más tarde, estaban estudiando fuera. Pero durante La Saca del año pasado se me encendió la bombilla y lo vi todo muy claro”. Ana Rosalía se vino arriba y Antonio, aunque le costó creérselo, le siguió los pasos y el Martes a Escuela a las 09:30 de la mañana se plantaron frente a las puertas del Ayuntamiento para aferrarse a El Salvador. Tenían que ser los primeros porque “este es nuestro barrio y no había otra opción, o era El Salvador o no era ninguna”.
Estos jurados forman la pareja de la tranquilidad. Aquí no hay miedo ni nervios porque “hemos conseguido un equipo buenísimo donde se combina a la perfección la experiencia de los mayores con la energía y las ganas de dar batalla de los más jóvenes”, señala la jurada. No falta el deseo de trabajar porque no hubo que convencer a nadie. “Llevan intentando engañarnos ellos a nosotros durante muchos años. El día del Sorteo bajaron un grupo de más de 30 a la Plaza Mayor para cruzar los dedos”, afirma Antonio.
Ana Rosalía se declara una auténtica “enamorada” de sus vecinos. “Las mujeres de La Barriada son maravillosas y cada día vienen a poner bonito al santo y a ofrecerse para cualquier cosa que necesitemos. También vienen el resto de vecinos que se han volcado con nosotros desde el Catapán”. Tienen mil anécdotas para el recuerdo y muy pocas para el olvido porque de quienes se encargan de intentar aguar la fiesta prefieren “no acordarse”.