La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural va a seguir avanzando además en formas más dinámicas de asociacionismo como las Organizaciones de Productores.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ha inaugurado hoy en Magaz de Pisuerga (Palencia) la VI Jornada 'El futuro del cereal en Castilla y León', organizado por la cooperativa Agropal y la revista Tierras. En el acto, Carnero ha dejado claro que, durante esta legislatura, la Administración Regional va a desarrollar el 'Plan estratégico del cooperativismo agroalimentario de Castilla y León 2019-2023' con el objetivo de incrementar el volumen de negocio cooperativo en un 40 %.
Además, ha incidido, desde la Consejería también se trabajará en otras dos líneas importantes: el apoyo directo al cooperativismo y a sus socios con las figuras de Entidades Asociativas Prioritarias y Socios Prioritarios, y en el apoyo a Organizaciones de Productores (Castilla y León ya cuenta con 17).
El movimiento cooperativo factura más de 2.500 millones de euros al año en la Comunidad, cuenta con 44.650 socios cooperativistas y genera más de 3.500 empleos en la economía regional. Una importante limitación del sector agrario es el excesivo individualismo, esto le resta poder negociador con la transformación y no facilita la reducción de costes en las explotaciones. El asociacionismo es por tanto fundamental para fortalecer a los agricultores y ganaderos, dentro del equilibrio necesario en la cadena alimentaria. La Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl), que asocia a un importante número de cooperativas que en su conjunto alcanzan el 80% del volumen económico y social de las cooperativas, ha demostrado ser una pieza fundamental para el progreso del sector.
El sector de los cereales es destacado e importante en la Comunidad. Es más, el futuro del medio rural pasa por fortalecer el sector de cereales. Castilla y León cuenta con dos millones de hectáreas que representan el 33% de la superficie y el 35 % de la producción de cereales, además es la principal productora de trigo blando, cebada y centeno. Por eso a esta Comunidad se la denomina 'el granero de España'.
En Castilla y León los cereales constituyen la principal producción agraria, con un valor de unos 1.200 millones de euros, el 22 % de la producción agraria y el 48% de la producción agrícola. Con este peso, indudablemente los años de sequía afectan directamente a la renta agraria muy directamente, por el contrario a nivel nacional este valor está más amortiguado por la importancia de otras producciones. Ahora bien, el 85 % de las explotaciones tienen una orientación de secano frente al 15% en regadío, y es ahí donde se puede empezar a mejorar en cuanto a resultados. El cereal puede entrar perfectamente en las alternativas de regadío extensivo. Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se va actuar en esta legislatura en 30.000 hectáreas de regadío, en el marco del Plan de Infraestructuras Agrarias de Castilla y León.
La adaptación al cambio climático: los ciclos de sequía son más cortos, se adelantan las producciones, etc. Por lo tanto, es importante aprovechar el agua al máximo y utilizar variedades resistentes, con buenas rotaciones de cultivo, donde no pueda llevarse el agua, y donde se pueda, incrementar las superficies regables, eso sí con ahorro de agua.
El tamaño de las explotaciones: aunque son las de mayor tamaño de España, la dimensión es aún reducida. Al incrementar la superficie los costes unitarios se reducen y eso influye en una mayor rentabilidad. El acceso a la tierra requiere más flexibilidad, especialmente para jóvenes.
La concentración de la oferta, las cooperativas fundamentales: se requiere una mayor implicación de los socios con las entregas del cereal a las cooperativas, con ello se conseguirán mejores precios para el agricultor y también más servicios de la cooperativa al socio.
La PAC: la nueva PAC también va a influir a que el sector de cereales entre actualmente en el sistema de pago básico a la renta. La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural apuesta por mantener este sistema y explorar las posibilidades que pueden ofrecer los esquemas medioambientales, especialmente los sistemas productivos extensivos.
La digitalización, la investigación y la innovación: la digitalización con nuevos servicios para el agricultor, desde el punto de vista de los sistemas de producción y también ofreciendo más información de los mercados, jugará una baza imprescindible. Y por supuesto la investigación y la innovación, especialmente en variedades resistentes a la sequía, resistentes a plagas y enfermedades, variedades que refuercen la productividad y también en variedades más demandadas por la industria de transformación.