La preocupación de los ciudadanos por la emergencia sanitaria está calando, como lo evidencia que las tres intervenciones realizadas por la Policía Nacional o Local en la capital soriana, en poco más de 24 horas, por fiestas o reuniones ilegales, hayan sido consecuencia de avisos de personas al 091 advirtiendo de ruidos y de la presencia de esas personas.
La irresponsabilidad de unos pocos, que insisten en no respetar las normas y la limitaciones de movilidad, exigidas por la Covid-19, está tensando el ambiente ciudadano, a la vista de que la situación de los contagios no mejora con la velocidad que se quisiera, y que se producen repuntes al alza, con los puentes festivos.
Tanto los vecinos, que parece que están dispuestos a denunciar, como la Subdelegación y las fuerzas de seguridas, que en Soria están actuando con más firmeza, con la cercanía de las fiestas navideñas, debe hacer reflexionar a todos los ciudadanos. No es bueno la sensación de sentirte vigilado, de falta de libertades individules; pero tampoco se puede jugar con la salud de la sociedad en su conjunto, por querer respetar una medidas.
La solución es sencilla, y ello apelan los responsables políticos y los profesionales sanitarios: simplemente se trata de respetar a los demas, de no poner en riesgo su salud, empezando por la familia y el entorno personal más próximo.